Política cultural
El Senado condena la "intromisión" de García Montero en las competencias de la RAE
El PP carga contra García Montero por "reventar sin pudor ni miramientos" el Congreso de Arequipa en Perú: "Si Montero tuviera vergüenza ya habría dimitido"
El conflicto abierto entre el Instituto Cervantes y la Real Academia Española, que tuvo su origen en unas declaraciones del director del primero, Luis García Montero, contra el director de la segunda, Santiago Muñoz Machado ya ha tenido una traslación política. El Pleno del Senado condenó ayer (con 144 votos a favor, 96 en contra y 18 abstenciones) la «intromisión» del director del Instituto Cervantes, Luis García Montero, en las competencias y autonomía de la RAE a instancias de una moción presentada por el Grupo Parlamentario popular. En el debate, el senador del PP Juan Manuel Ávila cargó contra García Montero por «reventar sin pudor ni miramientos» el Congreso de Arequipa en Perú. «Si Montero tuviera vergüenza ya habría dimitido. Al igual que si José Manuel Albares –ministro de Exteriores– tuviera un poquito de dignidad ya lo habría cesado».
El senador popular ha insistido en su crítica contra García Montero por acusar al director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, de llevar negocios desde su despacho, algo que hace el propio Montero, según su opinión. «Ha recibido más del doble de premios desde que es director del Cervantes que en 40 años de escritor», criticó. A su juicio, «sus declaraciones, carentes de fundamento y ajenas al rigor institucional, suponen una intromisión directa injustificable en el propio ámbito de la RAE, así como una falta de respeto hacia su autonomía, su autoridad académica y su proyección internacional». Desde el PP, según el senador, no consideran que el perfil del director del Cervantes responda al nivel de excelencia cultural y prestigio internacional que el cargo exige y apuntan que su proyección no ha alcanzado la relevancia ni la universalidad que históricamente han caracterizado a los responsables de una institución cuya misión es representar al español en el mundo. «Contribuye a la politización de una institución que debe regirse por principios de neutralidad y exigencia. Era cuestión de tiempo que el sanchismo intentara liquidar la independencia de la RAE. Lo sucedido no representa un hecho aislado sino una verdadera tendencia. Ayer fue la Real Academia de la Historia, pero antes el Museo de Antropología o el Museo de América».
Por su parte, la senadora del Grupo Socialista Rosa María Aldea defendió la «independencia y el compromiso» de las instituciones en la promoción del español, subrayando la «cooperación» entre ellas como «autoridad» y «complementarias». «El presidente (sic) del Instituto Cervantes, al que hoy ustedes buscan desprestigiar, tiene tras de sí una larga trayectoria y siempre buena», defendió, y acusó al PP de «polarizar la sociedad».