Reconocimiento
Homenaje a El Viti en Salamanca: reconocimiento a un mito del toreo local
Bajo un silencio cargado de emoción, Santiago Martín regresó a La Glorieta en la jornada de San Juan
Salamanca vivió una tarde cargada de historia y orgullo. Con motivo del 40º aniversario de su Escuela Taurina, la ciudad rindió homenaje a [[LINK:EXTERNO|||https://www.larazon.es/toros/santiago-martin-el-viti-leyenda-eterna-40-anos-despues-PM23586867/|||Santiago Martín “El Viti”]] con un sencillo pero significativo acto. En primer lugar se descubrió una placa en el patio de cuadrillas de La Glorieta, un espacio simbólico donde el maestro se preparaba para cada paseíllo. Allí, la huella del pasado se hizo presente entre aplausos y miradas cómplices.
Tras el acto, el maestro salió al ruedo y se estiró un prolongado aplauso que resonó con fuerza entre los tres cuartos de aforo. Estudiantes y aficionados compartieron un instante de reconocimiento a quien aún simboliza la pureza del toreo: temple, respeto al toro y esa lentitud casi litúrgica propia de sus verónicas. Como apuntó el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, “El Viti no es un maestro más, es el maestro de maestros… conocido como Su Majestad”.
El torero, emocionado, respondió con sinceridad: “Siempre han sido unos auténticos humanistas... sigo siendo un niñazo… gracias, amigos”. Unas palabras que conectaron con la pasión y el afecto colectivo hacia este hijo predilecto de Salamanca.
El acto continuó con la apertura del ruedo y la intervención de destacados alumnos de la Escuela: Javier Castaño, Miguel Ángel Sánchez, Juan del Álamo, Alejandro Marcos, Manuel Diosleguarde y Antonio Grande. Sin premios, sin entregas, solo el pulso de la verdad ante una afición entregada y nostálgica. Porque, como gritaban algunos aficionados, “El Viti vive en cada muleta que se abre y cada estudiante que pisa albero”.
El evento no solo homenajeó a un torero, sino también subrayó la importancia de preservar la identidad taurina de la ciudad y su futuro a través de esa formación que cumple cuatro décadas. En un momento en que la tauromaquia se enfrenta a desafíos constantes, Salamanca reafirma su compromiso con la tradición y el legado dejado por su figura más universal.