
Ferai de San Fermín
El torero que enseña por la mañana y emociona por la tarde
El tentadero matinal de "Toros en familia" triunfa en San Fermín con Román como guía de tres jóvenes navarros ante vacas de Hermanas Azcona en una plaza entregada desde el primer muletazo

Hay días en los que el toro no espera al paseíllo de las seis. En Pamplona, donde la emoción taurina forma parte del pulso diario en San Fermín, la mañana también tiene su liturgia. Este 8 de julio, el programa “Toros en familia” ha vuelto a ser un éxito rotundo en su objetivo de acercar la tauromaquia a todos los públicos.
En el corazón de la ciudad, la primera de las dos jornadas previstas ha ofrecido un tentadero didáctico que ha mezclado emoción, enseñanza y mucha verdad. En el centro del ruedo, el valenciano Román ha ejercido como director de lidia, guiando el tentadero con temple y naturalidad. Por la tarde, lo espera la corrida de Cebada Gago. Pero esta mañana, se ha enfundado el rol de maestro con generosidad.
Las reses llevaban el hierro de Hermanas Azcona, bien presentadas y con opciones, y los encargados de torearlas han sido tres jóvenes novilleros navarros: Pablo Hernández, Aarón Navas y Francisco Jiménez. Cada uno con su acento, sus nervios y su forma de expresarse con el capote y la muleta. Pamplona ha respondido masivamente con respeto, atención y calidez, como acostumbra cuando el toreo se muestra desde la base.
Los tres chavales no han estado solos. Han contado con la complicidad de Román, que ha corregido, alentado y explicado sin protagonismos, pero con oficio. Y eso, para quien sueña con ser torero, es una clase que no se olvida. Que un matador en activo, con corrida esa misma tarde, decida dedicar la mañana a compartir su experiencia, habla también de la dimensión humana del oficio.
“Toros en familia”ha vuelto a cumplir su función: tender puentes entre el ruedo y el tendido, entre la fiesta y quienes aún no saben que también es suya. Actividades así, integradas en el programa de San Fermín, confirman que la tauromaquia no es solo espectáculo, también es educación, transmisión y compromiso.
El viernes se celebrará la segunda jornada de esta iniciativa. Si se repite lo de hoy —entrega, cercanía y ambiente—, Pamplona volverá a recordar que la pasión por los toros no empieza en la puerta grande, sino mucho antes: en la base, en la escuela, en la emoción del primer muletazo.
✕
Accede a tu cuenta para comentar