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Arte

El universo ancestral de los habitantes del Pacífico

«Voces del Pacífico. Innovación y tradición» es una magnífica exposición que trae a CaixaForum Madrid una cultura milenaria y única en el mundo

Caixafrorum Exposición Voces del Pacífico
Caixafrorum Exposición Voces del PacíficoAgencia EFE

«¡Lleven a otros nuestra historia!». Es el artista neozelandés y maorí George Nuku el que pronuncia esta frase en la sala de prensa durante la presentación de la exposición «Voces del Pacífico. Innovación y tradición» que exhibe CaixaForum Madrid desde hoy hasta el 14 de septiembre. «Entren a las salas con la mente abierta», nos aconseja Nuku, consciente de que vamos a sumergirnos en una cultura muy ajena a la nuestra que hay que saber comprender. Su rostro está repleto de tatuajes maoríes. Su presencia ancestral, su seriedad y su contundente tono de voz imponen, así que le hacemos caso sin rechistar. Allá vamos.

Presente y ancestros

La exposición rinde homenaje a la riqueza y la diversidad de las tradiciones artísticas de los habitantes de las islas del Pacífico. Doscientos diez son los objetos que se exhiben y que pertenecen a distintas culturas y periodos históricos de Oceanía. Han sido donados por el British Museum, el Museo de América de Madrid y el Museu Etnològic i de Cultures del Món de Barcelona. Se dice pronto, pero el proceso de su selección y su traslado hasta Madrid ha durado cuatro años, tal y como indica Julie Adams, comisaria senior de Oceanía del Departamento de África, Oceanía y las Américas del British Museum.

El resultado de todo el esfuerzo es un recorrido desde la antigüedad hasta nuestros días que refleja la particular sensibilidad artística de los habitantes del Pacífico. Una cuarta parte del total de las piezas ha sido realizada en los últimos cincuenta años. Los artistas contemporáneos conectan, con su obra, con la labor de sus ancestros, recuperando formas tradicionales como la tejeduría, la talla o el tatuaje.

Exposición "Voces del Pacífico"
Exposición "Voces del Pacífico"Oscar GuillenAgencia EFE

Desde Nueva Guinea y Palaos hasta Rapa Nui (isla de Pascua), y desde Hawái hasta Aotearoa, Oceanía cuenta con una gran diversidad medioambiental. Sus islas forman una vasta extensión y están interconectadas por el océano. Todo ese entramado natural rodeado de mar está presentes en «Vientos del Pacífico», en los objetos, ya sean cotidianos o ceremoniales, creados a partir de fibras de coco, madera, dientes de tiburón, corteza de árboles, basalto, madreperla, conchas, marfil, etc.

Viajeros, guerreros y artistas

El mar es parte de la vida de los habitantes del Pacífico. De hecho, son de los viajeros más expertos que han cruzado los océanos del planeta. Para trasladarse, llegaron a idear complejas tecnologías a partir de su profundo conocimiento del entorno. Anzuelos, canoas o remos son algunos de los objetos que se pueden apreciar en la muestra. Estos últimos eran tan imprescindibles en sus vidas que, en algunas islas se depositaban en las tumbas junto a sus propietarios para que pudiesen usarlos en el más allá. También eran utilizados en ciertas ceremonias en las que grandes grupos de bailarines dispuestos en formación, los movían y giraban.

Especialmente minuciosas son algunas maquetas de embarcaciones bélicas, como la de Tomoko de Roviana, sobre la que pequeñas figuras humanas de Nueva Guinea reman a una. El detalle de sus cabellos, elaborados con fibras naturales o de los adornos de la canoa, son de una delicadeza extrema. Esta, advierte Julie Adams, es, quizás, la pieza que más ha costado trasladar por su enorme fragilidad y meticulosidad en su técnica.

Mucho antes de que los europeos llegaran a la región, los pueblos de Oceanía ya llevaban una vida cosmopolita. Queda reflejada a través del recorrido, la adaptación de estas culturas a los movimientos migratorios y a la colonización europea, incorporando el uso de nuevos materiales como el vidrio, la lana y el metal. También, la variedad de formas de arte específicas de los habitantes del Pacífico: tejedores, bailarines y artesanos están representados a través de adornos corporales, vestidos, bolsos, instrumentos musicales o piezas ceremoniales de gran tamaño que invocan a los dioses y a los ancestros.

Destaca en la muestra, un vestido de novia de la diseñadora Paula Chan Cheuk, nacida en Samoa y de ascendencia samoana y china, que está confeccionado con corteza de árbol. Chan Cheuk fue la primera diseñadora que adaptó este material tradicional a la creación de prendas contemporáneas. Con ellos ha logrado que jóvenes mujeres del presente conecten con sus tradiciones y sus antepasados en un día de su vida tan destacado como el de su boda.

Tradicionalmente, las mujeres eran las responsables de la producción textil y las encargadas de enseñar a las niñas de la familia el arte de tejer y trenzar. En la actualidad, los sombreros, abanicos, cestas y esteras elaboradas con estas técnicas tradicionales son objetos muy populares entre los turistas que visitan la zona.

Exposición "Voces del Pacífico"
Exposición "Voces del Pacífico"Oscar GuillenAgencia EFE

El espíritu guerrero ocupa también gran protagonismo en esta muestra ofrecida en CaixaForum, demostrando los conflictos a los que estas culturas se han tenido que enfrentar a lo largo de la historia. Muy llamativa es la armadura confeccionada, de pies a cabeza ,por fibra de coco, un material muy resistente. En sus mangas, afilados dientes de tiburón refuerzan la zona de los brazos. La imagen, en su conjunto, recuerda a una especie de astronauta ancestral.

En cuanto a la indumentaria de los bailarines, en Oceanía es algo a lo que se le da un gran valor. Los tocados de plumas, las faldas que realzan el movimiento de las caderas, los vivos coloridos y los ornamentos que generan percusión proporcionan la elegancia requerida a los bailarines que, a través de sus pasos de baile, conectan con sus ancestros.

Finalizando la exposición, imponente y enigmática, se alza una escultura creada por el artista George Nuku. «Bottled Ocean 2123» está confeccionada, en su totalidad, por botellas de plástico. La obra refleja uno de los grandes desafíos del presente a los que se enfrentan los habitantes del Pacífico, junto al cambio climático y el ascenso del nivel del mar: la contaminación de las aguas.

«Podríamos decir que el plástico es un ancestro. Procede del petróleo, que a su vez procede de los restos de antiguos bosques, de los huesos de dinosaurios, de millones de años de tierra comprimida», explica Nuku, para después preguntarse: «Cómo es posible que no tengamos una relación teológica, filosófica o cultural con un material así?». Lamenta que, en vez de eso, el plástico esté presente «en la sangre de las ballenas, de los osos polares, de todos nosotros», así como «en las playas”. Cree que estamos al borde del abismo y con su arte quiere animar a la gente «a dar un paso atrás».