Woody Allen contra Amazon

El cineasta exige una indemnización a la productora por romper su contrato para realizar cuatro películas después de que resurgieran las acusaciones de violación en contra de Allen

Si ayer Juliette Binoche, en calidad de presidenta del jurado de la Berlinale, pedía una tregua en el "fustigamiento público"a Harvey Weinstein, hoy llega otro coletazo del #MeToo. Woody Allen ha demandado a Amazon Studios, con la que tenía un acuerdo para producir cuatro películas, por incumplimiento de contrato. Cuando comenzó la marea de acusaciones de abuso en la industria hace año y medio, Allen no se salvó. Muchos recordaron que fue señalado de abusar sexualmente de su hija adoptiva, Dylan Farrow, cuando ella tenía 7 años. La propia Dylan, en una entrevista en televisión, contó entre lágrimas la traumática experiencia. Como consecuencia, Allen se quedó sin aliados en Hollywood.

Si bien Weinstein se enfrenta desde hace meses a una serie de juicios por violación y abuso, Allen fue absuelto, al menos en lo legal, de las acusaciones que Farrow hizo en 1992. Sin embargo, y seguramente para evitar polémicas presididas por el hashtag MeToo, Amazon decidió no estrenar "A Rainy Day in New York", en la que participan Selena Gomez, Thimothée Chalamet, Jude Law y Elle Fanning, ni embarcarse en el resto de proyectos que habían firmado con Allen. A pesar de haber acordado inicialmente retrasar el estreno del filme, ahora la compañía notificó al cineasta de que "no tiene intención de distribuir ni utilizar de ningún modo las películas, ni nacionalmente ni en territorios internacionales", según "The Hollywood Reporter".

La cita hace referencia a los cuatro filmes que el director de "Manhattan"había acordado producir con Amazon Studios y que, según los documentos presentados en el juzgado, le garantizaban unas ganancias de entre 68 y 73 millones de dólares a la compañía de Allen, Gravier Productions. La productora citó las acusaciones contra el director como una de las razones para cancelar los acuerdos, aunque los abogados de Allen afirman que cuando éste firmó el primer pacto con Amazon Studios en 2014 ya la compañía estaba al tanto de dichas acusaciones. Según "The Hollywood Reporter", Amazon también ha basado su decisión en "los comentarios controvertidos (del director), y el hecho de que el talento se niegue a trabajar o verse asociado con él de ninguna manera".

Tampoco es un detalle nimio el que la propia Amazon Studios ya se haya encontrado en medio de la tormenta del MeToo cuando su presidente, Roy Price, fue acusado de abuso sexual por la productora Isa Dick Hackett, por lo que Price se vio obligado a renunciar a su cargo.