Garbiñe Muguruza
Garbiñe derrite a Halep y alcanza la final del Open de Australia
Se impuso por 7-6 y 7-5 a la rumana. La española buscará ante la estadounidense Sofia Kenin su tercer Grande después de ganar Roland Garros en 2016 y Wimbledon en 2017
Dos meses después de volver a ponerse en manos de Conchita Martínez, Garbiñe Muguruza disputará la cuarta final de un Grand Slam. En Melbourne, en las semifinales del Open de Australia, la española se impuso a Simona Halep por 7-6 (10/8) y 7-5 en dos horas y cinco minutos. Después de los títulos de Roland Garros 2016 y Wimbledon 2017, la exnúmero uno del mundo buscará su tercer Grande ante la estadounidense Sofia Kenin.
A las 16:30 de la tarde en Melbourne el termómetro marcaba 38 grados. En una de las pistas secundarias del Melbourne Park, la promesa española Ane Mintegui terminaba en un hospital por el calor extremo. Y en esas condiciones arrancó el Muguruza-Halep. La rumana era la única de las cuatro semifinalistas que llegaba a estas alturas del torneo sin ceder un set. Pero Garbiñe supo buscarla las cosquillas. La diferencia de la Muguruza de 2020 con la del año anterior es que es capaz de seguir el plan de partido sin que casi nada la altere. Sabe ser paciente y eso es un cambio radical con la jugadora del año pasado. Por eso fue capaz de mover a Halep, ofrecer gran variedad de golpes y Simona se encontró con una raqueta que le generaba problemas que no había encontrado en todo el torneo. Así fue capaz de lograr un break en el séptimo juego y alcanzar el décimo con la posibilidad de decidir el set con su servicio. Titubeó, Halep logró una ruptura en blanco y el volantazo la llevó a la primera situación límite. En el duodécimo juego salvó dos bolas de set y forzó el tie break. Lo hizo siendo atrevido, subiendo a la red, sin dudar. Y eso la rearmó para el desempate que fue una montaña rusa. Arrancó con 3-0; Halep empató a cuatro; Garbiñe dispuso de dos bolas de set con su saque; Halep tuvo otra después de una doble falta de la española; hubo un intercambio de 20 golpes... Y el paso al frente lo dio Garbiñe después de 67 minutos de pelea con más de 35 grados en la Rod Laver Arena.
La campeona en Roland Garros 2018 y en el último Wimbledon -los dos Grandes que también tiene la española- tenía que buscar algo más si quería hacer dudar a Garbiñe. Decidió ser más atrevida y entre la valentía y su seguridad habitual sumó un par de breaks, en el tercer y el quinto juego. Garbiñe sólo pudo contrarrestar el primero así que la rumana sirvió en el décimo para llevarse el set. La española supo insistir, atacar cuando debía, defender cuando Halep buscó los golpes ganadores y así igualó el partido. La consistencia de la española hizo el resto para lograr un nuevo break y alcanzar su cuarta final de un Grand Slam.
Garbiñe lleva un torneo ejemplar. Arrancó con mucho sufrimiento (rosco incluido en el primer set después de pedir la intervención del médico) ante la estadounidense Shelby Rogers. Necesitó tres sets para deshacerse de la 155 del mundo, una jugadora procedente de la previa. Desde ahí sólo ha ido a más. Superó a la australiana Tomljanovic (52) y luego cayeron tres “top 10”: ante Svitolina (5) sólo cedió tres juegos y ante Bertens (10) fueron seis. Halep (3) fue la más exigente.
La primera semifinal confirmó la maldición que sufre el tenis femenino australiano desde hace 42 años. Ashleigh Barty cayó ante la estadounidense Sofia Kenin por 7-6 (8/6) y 7-5. Desde que Chris O’Neill levantó el título en 1978 ninguna jugadora local sale campeona en Melbourne. Barty, número uno del mundo, campeona en Roland Garros y en las WTA Finals, se topó con la solidez de la joven estadounidense. Con 21 años, Kenin, número 15 del mundo, disputará su primera final de un Grande.
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