Garbiñe Muguruza

Así rescató Conchita Martínez a Garbiñe Muguruza

La clave de la nueva Garbiñe está en su palco. El reencuentro con la que fue su entrenadora en Wimbledon 2017 ha recuperado su mejor versión. «Llevo una progresión increíble», asegura la exnúmero uno

Garbiñe Muguruza vs Simona Halep
La tenista española Garbiñe Muguruza celebra su victoria ante la rumana Simona HalepSCOTT BARBOURAgencia EFE

La diferencia entre caer en las primeras rondas de los Grand Slams o de volverse a casa ante jugadoras más allá del «top 100» con alcanzar la final del Abierto de Australia está en el palco de Garbiñe Muguruza. Ella habla de una «progresión increíble». Y la responsable del rescate es Conchita Martínez. La entrenadora con la que compartía eliminatorias de la Copa Federación y sobre todo Wimbledon 2017, cuando Garbi levantó su segundo «Grand Slam». Hoy (09:30, Eurosport) persigue el tercero ante la estadounidense Sofia Kenin. La victoria la situaría a las puertas del Grand Slam, sólo quedaría pendiente el Abierto de Estados Unidos. «Todos soñamos con el pack completo. Cada uno de los que yo he ganado ha sido diferente y en circunstancias diferentes. Es un gran logro estar en una final porque pocos pueden conseguirlo. Entrenamos toda nuestra vida para estar en este momento. Yo recuerdo todas con momentos de alegría, de tensión, de todo, muchas emociones», afirma la primera española que disputará la final de Melbourne desde que lo hiciera su maestra Conchita Martínez en 1998.

A Garbiñe la cuesta creer que en el primer Grande de la temporada haya sido capaz de alcanzar la final. Llegó a Melbourne renqueante por una infección vírica y estuvo al borde del KO. «Me encontraba mal y mi única preocupación era ver cómo iba a salir de esa situación, y poco a poco con el día de descanso y con mi equipo me he ido recuperando y ha sido un camino largo», confesó a Eurosport.

Un camino largo que empezó el 28 de noviembre con el arranque de la pretemporada en San Diego. Y ahí es dónde fija la clave de todo Conchita Martínez: «Trabajamos muchos aspectos de su tenis, su estado físico, todo. Creo que nos ha ido bien porque no es sólo una cosa. Tuvimos tiempo para trabajar. Olvidamos los años anteriores, pero si tienes un buen trabajo detrás de ti, vas a confiar en ti mismo. Entonces eso fue lo que hicimos, fue una combinación de cosas. Trabajamos todo en el momento correcto. Al principio ella necesitaba más ejercicio e hicimos más ejercicio. Progresivamente cambiamos algunas cosas. La conozco bien, así que sé lo que quiero trabajar con ella, y ella estaba abierta. Sin quejas, trabajando duro». Y de ese trabajo ha resurgido la mejor Garbiñe: «Tiene la actitud correcta. Está muy concentrada. Vi esta mirada antes cuando ha estado jugando muy buen tenis. Me gusta cómo está enfocada, cómo está haciendo todo bien para ponerse en una buena situación, para hacerlo bien, para jugar bien. No hay garantías de que vas a ganar porque las otras jugadoras son muy buenas. Hay mucha competencia, pero siento que ella tiene la mentalidad correcta para trabajar e intentar, por supuesto, ganar cada partido que juega». Y ante Kenin seguirá el plan que la ha llevado hasta aquí: «Tratará de mandar cuando toque y contenerse un poco si la estadounidense es más agresiva».