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Patrick Mahomes, el heredero de Tom Brady que puede brillar en la Super Bowl

NFL: Super Bowl LIV-AFC Champions-Press Conference
Patrick Mahomes, quarterback de los Kansas City ChiefsJasen VinloveReuters

Los Kansas City Chiefs han tenido que esperar cincuenta años para volver a una Super Bowl y lo hacen hoy (00:30, Movistar+) colgados del brazo de su quarterback, Patrick Lavon Mahomes II. Un chico que, con 24 años y sólo en su tercera temporada en la NFL, está llamado a ser el mejor heredero de Tom Brady, que por primera vez en mucho tiempo va a tener que ver el partido desde el sofá de casa. Mahomes ya ha superado en la venta de camisetas al mito de los Patriots y quiere empezar a sumar anillos para intentar alcanzar los seis que luce en sus dedos el mejor de todos los tiempos. Un título al que aspira el número 15 de los Chiefs, por muy duro que suene, cuando su carrera no ha hecho más que empezar y teniendo en cuenta que no hace mucho dudaba entre decantarse por el fútbol americano o seguir los pasos de su padre en el béisbol.

Es un privilegiado físico, al que sus 1,91 metros de estatura y sus 101 kilos, le permitían hacerlo bien en ambos deportes. Su familia prefería que se alejase de los duros golpes de la NFL, pero finalmente ése fue su destino. Un camino que le llevó al draft de 2017, donde los Chiefs vendieron el alma al diablo para conseguir sus derechos. Su primera temporada la pasó en el banquillo y jugó un partido, como Brady. Todo cambió en 2018, cuando fue elegido MVP y sólo los Patriots le apartaron de la final. Aquel día pudo haberse producido el relevo con Brady, que se ausentó unos minutos de la celebración del equipo para acercarse al vestuario rival y tener unas palabras con el joven quarterback. Mahomes se sorprendió de ver allí a Tom, que le dijo que había hecho una temporada maravillosa y que siguiese así, creyendo en sí mismo. Un año después, los de Boston están eliminados y Mahomes tiene en su mano derrotar a los San Francisco 49ers en la Super Bowl número 49, que se juega en el impresionante Hard Rock Stadium de Miami.

Florida garantiza un tiempo apacible para la final. No habrá nieve, aunque Mahomes ha reconocido que le gustan este tipo de partidos. «Todo va mucho más despacio y me permite tomarme mi tiempo antes de pasar». Su juego podría definirse como imaginativo, moderno y dinámico, porque a pesar de haber heredado el potente brazo de pitcher de su padre, le gusta driblar y correr hasta la «end zone», como hizo en el último partido ante los Titans, con un giro de 360 grados incluido antes de anotar.

Su carrera va tan rápido que el estrellato le ha llegado antes del gran contrato. Está a la cola de los salarios de los quarterbacks de la Liga y este curso no ha recibido de su equipo más de 800.000 euros, algo que va a cambiar. Gane o no el título, en su cuenta corriente van a aparecer próximamente cerca de 40 millones de dólares. Ya ha sido la portada del videojuego oficial de la NFL, algo que solía ser una maldición para los jugadores elegidos y que él ha roto.

Sale con Brittany Mathews, una ex jugadora de fútbol que ahora se dedica al fitness y al entrenamiento personal y que conoció en sus tiempos en la universidad de Texas Tech. Reconoce que durante la temporada no tiene tiempo de jugar a la consola, pero que en vacaciones le gusta el Call of Duty.

Enfrente tendrá hoy a Jimmy Garappolo, al que en la franquicia de San Francisco ven como el heredero del eterno Joe Montana. En los Patriots, fue suplente de Brady, que señaló como heredero a Mahomes. Y es que todos los caminos conducen a Tom.