Deportes
Natación para el corazón
La natación es el deporte más practicado del mundo con una masa de alrededor de 1500 millones de practicantes en todo el globo. En algunos países como Australia o Sudáfrica, este deporte es toda una religión
Muchos piensan que el hombre desciende del pez y que nuestro cuerpo no es más que la evolución de los primeros peces que fueron capaces de abandonar el agua y poner un pie en tierra. El hombre es el único mamífero terrestre capaz de controlar voluntariamente su respiración, una habilidad extendida entre los mamíferos acuáticos. Además llevamos la vocación de nadadores en nuestros genes. Hasta aquí, ustedes lectores, pueden creerse lo que les parezca. Sin embargo, lo que sí es seguro es que el agua es vital para la supervivencia humana, pero no solo su consumo es el causante de todos los beneficios que nos aporta. Se trata de uno de factores que deriva de uno de los deportes más sanos, la natación. Ayuda a prevenir el riesgo de enfermedades coronarias, reduce el riesgo de diabetes y hace que nos relajemos y nuestro estrés desaparezca. Las calorías quemadas por practicar natación pueden llegar a ser hasta 550 con solo media hora de ejercicio.
Esa habilidad que tenemos de mover el cuerpo bajo el agua es fundamental para desencadenar tanto mejoras físicas como mentales. Esta práctica siempre ha formado parte de nuestra historia, pues alejada de la actividad deportiva, el dominio del agua ha sido el gran reto perseguido por las antiguas civilizaciones. Aunque no fue hasta finales del siglo XVIII cuando se instituyó como un deporte de competición. Desde entonces, la natación ha crecido como deporte profesional, así como actividad para una vida saludable. Sin embargo, hay una característica que la mayoría de los nadadores no apreciamos a simple vista: la salud del cerebro. Hacer ejercicio bajo el agua repara las neuronas dañadas, mejora la memoria, y el estado de ánimo. La natación es uno de los deportes más practicados en el mundo con una masa de 1500 millones de deportistas en todo el globo. Bien por ocio o por trabajo, y nos guste más o menos, todos hemos nadado una vez. Pero quizá debamos hacerlo con más frecuencia. A las pruebas me remito.
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