Coronavirus
Jugar a puerta cerrada: “como en el patio del colegio”
Futbolistas del Real Madrid recuerdan cómo es jugar sin público en las gradas
“Ha sido, sin duda, algo rocambolesco. Me pareció estar en el patio del colegio jugando con los compañeros de clase”, declaró el exfutbolista y actual director de relaciones institucionales del Real Madrid, Emilio Butragueño, tras el partido frente al Nápoles del 16 de septiembre de 1987 que se disputó por sanción disciplinaria a puerta cerrada, una circunstancia que se repetirá en el Santiago Bernabéu debido ahora al coronavirus.
El partido del conjunto madrdiista frente al Eibar de este viernes (21.00 CET/20.00 GMT)) y el que jugará contra el Valencia el sábado 21 a las 16.00 CET (15.00 GMT) tendrán lugar sin público como medida de seguridad para evitar, en la medida de lo posible, la propagación del virus.
"LaLiga seguirá en permanente contacto con el Ministerio de Sanidad y el CSD para atender sus recomendaciones y/o decisiones, anteponiendo la salud de aficionados, jugadores, empleados de clubes, periodistas, etc. ante la crisis sanitaria del COVID-19", informó la patronal de clubes profesionales en un comunicado durante la mañana de este martes.
Medida que hará que los estadios vivan un ambiente gélido, ya que solo las personas de los clubes y aquellas que sean necesarias para la disputa y retransmisión por televisión del partido podrán acceder, y que recordará en el Bernabéu a aquella noche del 16 de septiembre de 1987, en la que también se jugó a puerta cerrada, pero por un motivo muy diferente.
La UEFA sancionó entonces al Real Madrid con dos encuentros a puerta cerrada en su estadio, que después se redujo a uno (el otro se disputó en Mestalla), después de que en las semifinales de la edición anterior de la Liga de Campeones, frente al Bayern Múnich, se vivieran episodios lamentables. El primero, en la ida, fue el pisotón de Juanito en la cabeza a Lothar Matthäus por el que fue sancionado con cinco años sin poder jugar ninguna competición continental.
Dos semanas después, en la vuelta y con un 4-1 en contra recibido en Múnich, el ambiente en el Bernabéu fue muy tenso y una parte radical de la afición madridista lanzó objetos y bengalas al terreno de juego, alcanzando una de ellas al portero visitante Jean Marie Pfaff. Circunstancia que obligó al colegiado a suspender el encuentro durante algunos minutos, y que provocó la decisión del organismo europeo.
Así, el partido frente al Nápoles de Diego Armando Maradona, correspondiente a los dieciseisavos de Copa de Europa, se disputó en el Bernabéu sin público. Circunstancia que Butragueño definió como un choque de patio de colegio. Unas sensaciones que uno de sus compañeros sobre el césped aquel día, Carlos Santillana, corroboró en una entrevista con la Agencia EFE en 2017 en la previa de otro Madrid-Nápoles.
“Sí, se puede definir así. La sensación era de un partido entre 11 amigos contra 11 amigos porque no había gente y se oía todo lo que se decía. En un partido normal, no se escuchaba nada de lo que dice el entrenador, pero ahí se escuchaba todo. Psicológicamente es difícil mentalizarse para un partido así”, rememoró.
El holandés Leo Beenhakker, entrenador en aquellos momentos, preparó una semana diferente. Para un choque tan especial, decidió hacer entrenamientos matutinos en el estadio Santiago Bernabéu, algo poco habitual en aquellos días.
"Casi nunca entrenábamos en el estadio. Esa semana, sí. Bajamos y jugamos algún partido contra juveniles. Lo hicimos para hacernos a la idea de que no iba a haber nadie. Lo entrenamos en mañanas de días de trabajo y se logró el efecto", recordó Santillana.
Al Real Madrid, no obstante, no le faltó en ese partido una cierta ayuda de su afición. Un nutrido grupo de aficionados se instaló fuera del estadio, en la zona de la denominada puerta 0, con megáfonos y ya, desde minutos antes del inicio marcado para el partido, empezaron a entonar cánticos en favor de su equipo. Algo que se mantuvo durante la disputa del choque.
Después, una vez iniciado el choque tras esa preparación psicológica que funcionó (ganó el Real Madrid 2-0 con goles de Miguel Tendillo y Míchel), hubo un jugador que hizo de público y que ese día estaba en el banquillo. José Antonio Camacho, no paró en todo el partido.
"Andaba pegando gritos todo el rato por allí. Él imprime ese carácter que tiene y animaba a unos y a otros. Sólo había directivos y prensa. El Bernabéu, acostumbrado en aquella época a cien mil espectadores... pues a Camacho se le escuchaba muchísimo", declaró.
También se escuchaban a directivos madridistas, algunos de los cuales que se situaron detrás de la meta defendida por el Nápoles y que jaleaban tanto a los jugadores del Real Madrid como dedicaban palabras meno amables a los napolitanos.
El conjunto madrileño sabe también lo que es jugar duelos sin público, pero lejos del Santiago Bernabéu. El 2 de noviembre de 2016 visitó europea al Legia de Varsovia (3-3) a puerta cerrada, y el anterior precedente ocurrió en la temporada 2004/05 en la visita al Olímpico para enfrentarse al Roma, en la última jornada de la liguilla, en la que los madridistas vencieron 0-3 con un gol de Ronaldo Nazario a pase de Zinedine Zidane y dos tantos de Luis Figo.
Ahora el Madrid afrontará dos partidos seguidos de LaLiga Santander en su estadio que se antojan cruciales en la lucha por el título del campeonato doméstico, del que perdió el liderato en favor del Barcelona el pasado domingo tras la derrota frente al Betis (2-1), y lo hará sin público, como aquella noche de “patio del colegio”.
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