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Álvaro Beamonte: ‘Carta a un golfista’

Esta mañana me despertaba con la idea de escribir sobre otro Mito del Golf, pero tras leer un poco aquí y allí sobre las noticias del día (llevo una estricta dieta informativa para no volverme loco), he decidido cambiar de ''Mito''.

Alcalde de Madrid
Alcalde de MadridColaboradores

Que conste que suelo leer más aquellos apartados que se califican de ''Opinión'' que las noticias en general. ¿Y esto por qué? Pues simplemente por la solidez moral y la formación académica contrastada de los que suscriben dicha opinión.

Hoy leía una carta muy bien escrita por Feliciano López ¡Gracias Feliciano! (Haz click aquí para acceder al artículo) al respecto del alcalde de Madrid José Luis Martínez Almeida. Y he decidido cambiar de Mito.

Sí, porque en nuestra sociedad existen dos mitos muy extendidos, uno al respecto de los políticos y otro al respecto de los golfistas.

Siempre he sido una persona que ha votado a personas, ideas, proyectos, no a siglas o a partidos o a grupos. Hoy en día ya nadie es lo que pregona ser. Las antiguas ideas se han entremezclado de tal manera que no sabes exactamente qué es qué. Y en este mundo revuelto, inestable, cambiante, y ahora ya sí, diferente a lo que conocíamos con anterioridad, nada será igual.

Nuevo mundo, nueva situación, nueva realidad. Y las nuevas situaciones, las nuevas realidades, necesitan líderes nuevos. Hoy la Sociedad Española en general, está perdida. No sabemos hacia dónde nos llevan. Decisiones improvisadas, escenarios enunciados que luego cambian al día siguiente, promesas incumplidas, decisiones no terminadas, falta de preparación, falta de experiencia... Miedo y ansiedad, lógicos por otro lado, conviven con la pandemia en nuestros hogares y en nuestras calles.

En estos momentos sólo queda tener Fe, Esperanza y Confianza primero de salir indemnes, luego de derrotar juntos a la pandemia, y en tercer lugar salvar lo que podamos de nuestra maltrecha economía y luchar por relanzarla, como base de nuestra vida futura. Se lo debemos a nuestros mayores, que tanto lucharon e hicieron por dejarnos un mundo mejor, y a nuestros hijos, por reciprocidad.

Lee en este enlace el artículo al completo.