Carlos Sainz y Ferrari, acuerdo inminente

A mediados de 2014 Carlos Sainz hijo se enfrentó a uno de sus mayores desafíos. Pertenecía a la cantera de Red Bull y el inefable responsable de esta gestión, Helmut Marko (el «ogro» que habita vestido de civil en el box de la escudería energética y encargado de su supervisión), le dio un ultimátum. O ganaba las World Series by Renault (escalón por debajo de la GP2) o estaría fuera del programa. El piloto madrileño cumplió con su parte del trato y en octubre logró el título. Todo hacía pensar que Sainz iría a la GP2 o incluso que podría ascender a la F-1. Sin embargo, Marko, a pesar de su promesa, ascendió a un joven llamado Max Verstappen, con menos experiencia y resultados. Aquello fue un jarro de agua fría para Sainz y su entorno y le sumió en la incertidumbre. Sin embargo, las cosas han cambiado y mucho. Una serie de carambolas lo llevaron a la categoría reina como si fuera un efecto dominó.

Todo empezó con Alonso marchando de Ferrari. Vettel llegó a la Scuderia y su asiento en Red Bull lo ocupó Daniil Kvyat, que dejó su puesto libre en Toro Rosso. El esfuerzo de Sainz obtenía su recompensa y en Abu Dabi, escenario de la última cita del aquel año en la Fórmula Uno, y previa «real» gestión con los dueños de un fondo de inversión propietario de alguna compañía, el madrileño fue confirmado como piloto de F-1. Han pasado ya cinco años de aquello y Carlos Sainz se dispone en los próximos días a ser presentado como piloto de Ferrari después de que el equipo y su hasta ahora piloto estrella, Sebastian Vettel, anunciaran ayer que no continuarán juntos cuando acabe su contrato a finales de año.

Ferrari hizo oficial la no renovación de Vettel ayer por la mañana y eso quiere decir que la Scuderia ya tiene «atado» a su sustituto. El entorno de Sainz guarda un escrupuloso y sorprendente silencio y según ha podido saber LA RAZÓN la operación podría anunciarse en los próximos días a falta de unos flecos y de que McLaren pueda avanzar en las negociaciones con otro piloto. Este podría ser Daniel Ricciardo, que dejaría Renault para adentrarse en la escudería inglesa y que el próximo 2021 contará con los motores Mercedes, algo que podría suponer un salto de calidad para la estructura de Woking. Alonso es quien se postula como piloto de Renault en 2021 o al menos eso estaría intentando si fracasa su opción de regresar a McLaren.

¿Hace bien Sainz?

Cuando un piloto empieza a soñar con la Fórmula Uno, Ferrari es siempre el objetivo. Decir «no» a esta escudería es algo que muy poca gente se perdonaría. Lo hizo Alonso en su momento, en el año 2000, pero lo que le ofrecían era ser piloto probador. Sainz recalará en Maranello como teórico segundo piloto, a la sombra de Charles Leclerc, el piloto mimado de Ferrari y la joven figura a la que han aupado por encima de un cuatro veces campeón del mundo, cuyos errores, sobre todo los de 2018, le hicieron perder una corona que parecía segura.

Por primera vez en mucho tiempo, Ferrari tendrá dos pilotos que no son campeones del mundo, algo que ha ocurrido en pocas temporadas. Apuestan por la juventud y en el caso de Sainz, en 2021, la que sería su séptima temporada, llegaría en el momento justo. Históricamente, en Ferrari evitan las peleas entre sus coches, y casi dan la misma importancia a ganar el título de pilotos que el de marcas. Sainz cumple con todos los requisitos para ser piloto de la Scuderia, pero tendrá mucho trabajo por hacer si quiere doblegar a Leclerc y todo el apoyo que el monegasco tiene dentro de Maranello. Otras fuentes apuntan a ciertas dificultades económicas que podría atravesar McLaren en el futuro a corto plazo (sobre todo para invertir en el desarrollo y diseño del nuevo monoplaza y la adaptación al nuevo reglamento) y eso podría haber motivado también la decisión de Sainz de emigrar a Italia. 2020 será un año de transición. Puede parecer el fichaje soñado, pero lo cierto es que Sainz iría a Ferrari para pelear bajo la alargada sombra de Charles Leclerc, que es el ojito derecho de muchos en Maranello y una figura decisiva.