2021: el año de los españoles

Ni en el mejor de los sueños la afición española podía esperar que en 2021 dos españoles estuvieran en dos equipos tan importantes de la F1 como Ferrari y Renault. Carlos Sainz lo hará con el equipo de Maranello y Alonso con el francés, una vuelta importante que tiene de nuevo a dos pilotos nacionales en la parrilla de salida. Una ilusión que ha hecho recordar la «Alonsomanía» que se vivió entre los años 2005 y 2010 y que regresará a nuestro país con mayor o menor intensidad en función de los resultados. Porque la misión que tienen ambos en 2021 no resultará fácil.

El primero tendrá que adaptarse a un equipo nuevo en el que ya manda con mano de hierro Charles Leclerc. Sin duda, es la escudería con la convivencia más difícil de todo el paddock, porque el componente político lo es todo en Italia con una Scuderia que es casi una cuestión de Estado. El monoplaza rojo, de alguna u otra manera, siempre estará arriba peleando por las victorias y Sainz jugará su baza frente a su primer rival en la pista, su compañero de equipo. La tensión será máxima entre ambos en cuanto el madrileño, con su particular, silencioso y discreto modo de trabajo empiece a sumar muchos puntos. Por su parte, Alonso no tendrá esa presión. Es bicampeón del mundo y su llegada a Renault, que no atraviesa su mejor momento, convertirá su vuelta a la F1 en una pelea constante por entrar en los puntos y arañar algún podio si se produce alguna carrera loca. Pero no repetirá el drama que vivió con McLaren y su alianza con los motores Honda. En una carrera como la del otro día en Austria, Alonso hubiera estado arriba al final.

En Enstone, sede inglesa de la escudería, encontrará a viejos conocidos como Pat Fry, con el que coincidió en Ferrari y en McLaren y que está a cargo del diseño del monoplaza de 2022, el año que será clave para Alonso por la entrada en vigor de un nuevo reglamento. Alonso tiene contrato por dos años y un tercero opcional, un tiempo que puede parecer poco para poder vivir en primera persona la recuperación de una escudería. A su favor tendrá que todos partirán de cero con las nuevas directrices técnicas, pero en la F1 los milagros no existen salvo que se produzca un hecho relevante como el que dio el título a Jenson Button en 2009 con Brawn GP, que era un equipo que venía de la zona media. En cualquier caso, la presencia de Alonso en pista con un coche «decente» siempre puede deparar muchas sorpresas.