NBA
Bol Bol, el cuento de Disney del hijo de Manute Bol
El heredero del gigante sudanés impacta en el regreso de la NBA con los primeros amistosos
El regreso de la NBA con los primeros partidos amistosos en la sede burbuja de Disney World ha tenido como estrella a un hijo de una leyenda de la Liga. Bol Bol, el hijo de Manute Bol, ha sido el primer protagonista cuatro meses y medio después de que el coronavirus acabara con el baloncesto en Estados Unidos. Manute se convirtió en un fenómeno global a mediados de la década de los ochenta. Llegó a Estados Unidos porque un primo suyo, que había ido a estudiar a USA, habló sobre un miembro de su tribu, los Dinka, que medía más de 2,20. En su primer intento de mate cuenta la leyenda que se rompió los dientes. También que su abuelo medía 2,39. Él creció hasta los 2,31 y aterrizó en la NBA, en los Washington Bullets, con poco más de 90 kilos de peso. Lo que era al principio una simple atracción -compartió equipo con el jugador más bajo de la historia de la Liga, Tyrone Bogues y su 1,59- se terminó convirtiendo en una carrera de diez años en Estados Unidos. Pasó por cuatro equipos (Bullets, Warriors, Sixers y Heat), fue dos años el máximo taponador y su promedio de “gorros” (3,34) es el segundo en la historia de la NBA. Tuvo cuatro hijos y uno de ellos es Bol Bol.
El heredero de Manute debutó ayer con los Nuggets. Con sus 2,18 y 2,34 de envergadura fue elegido en el puesto 44 del draft y hasta la pasada madrugada no había disputado un partido con la franquicia de Denver. Fue la sensación en la victoria ante los Wizards (89-82) con 16 puntos, 10 rebotes y 6 tapones. Bol Bol nació en Jartum en 1999. Estuvo un año en la Universidad de Oregón donde sólo jugó 9 partidos por diversos problemas físicos. Los Nuggets le hicieron un contrato por el que sólo podía participar 45 días en toda la temporada con el primer equipo así que el rodaje lo tuvo que hacer con los Windy City Bulls de la G-League. Allí promedió 12 puntos, 5,8 rebotes y 2,3 tapones. Se dedicó a trabajar físicamente para aumentar los menos de 100 kilos de peso con que llegó al draft y ayer explotó.
Bol Bol es un jugador atípico no sólo por su origen y sus condiciones físicas. Es capaz de hacer casi de todo. Ante los Wizards lo demostró. Atrapó rebotes, salió en contraataque, puso tapones, anotó triples... y luego pasó el control antidopaje. Es mucho más completo que su padre y su entrenador, Mike Malone, ha asegurado que tiene pensado utilizarle en varias posiciones exteriores. «Es su primer partido de competición en la NBA, así que para él hacerlo así está muy bien. Hemos tratado de ponerle en medio de nuestra zona, de convertirle en una especie de embudo y que se pusiera a taponar tiros. Y creo que lo ha hecho muy bien. No va a hacer otra cosa que mejorar. Lo ha hecho bien y estoy orgulloso de él. Tenemos un par de amistosos más y vamos a seguir dándole oportunidades de jugar contra otros jugadores de la NBA para que pueda aprender», aseguró.
Era sólo el primer partido de preparación a poco más de una semana para el reinicio de la competición y los Nuggets presentaban varias bajas en su juego exterior, pero la apuesta de Malone fue impactante. Su quinteto titular fue uno de los más altos de la historia: 2,09, una salvajada. El técnico había bromeado al asegurar que “si tengo que usar a Bol de base, lo usaré”. El hijo de Manute se lo tomó en serio y llegó a dirigir algún contrataque. “Ha sido un largo camino. Me pasé la mayor parte de la temporada mirando los entrenamientos y poder ser ahora realmente parte del equipo es muy divertido y es lo que esperaba”, afirmó el jugador. Su padre murió en 2010 con 47 años. Bol Bol pretende, como dijo antes de llegar a la NBA, terminar lo que Manute no pudo.
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