Evenepoel, bandera de una generación que arrasa

«Hay mucho nivel. Ya vienen los de 20-22 años pegando fuerte y habrá que aprovechar antes de que cojan experiencia, porque si no va a ser imposible ganar nada en los próximos años», decía Mikel Landa nada más terminar la etapa decisiva de la Vuelta a Burgos. Es el resumen de lo que espera al ciclismo en los próximos años. Ciclistas como Remco Evenepoel, que con 20 años ya ha ganado esta temporada la Vuelta a San Juan y la Vuelta a Burgos. Antes y después de la pandemia. Nada más acabar la pretemporada y recién salido del confinamiento. Ya había avisado la temporada pasada en la Clásica de San Sebastián, donde dio una exhibición con un ataque lejano que le llevó a la victoria. «Remco es un corredor muy completo, muy valiente y sorprende porque en cualquier terreno es capaz de marcar diferencias», admite Landa.

Evenepoel es un ciclista completo, aunque debería estar a medio hacer, por edad y porque hace poco más de tres años era un prometedor futbolista que jugaba en las categorías inferiores de la selección belga, con la que llegó a ser internacional sub'15 y sub'16.

Pero el ciclismo lo ganó. Renunció al fútbol después de una inesperada suplencia. Agarró la bicicleta y ahí parece no tener fin. Es una de las banderas de la nueva generación junto a otros jóvenes como Van der Poel, Pogacar y Bernal.

O como Iván Ramiro Sosa, el colombiano que se impuso en las Lagunas de Neila. Sosa, que sólo tiene 22 años, había sido el vencedor de la Vuelta a Burgos en las dos ediciones anteriores. Perdió sus opciones en la general en el Picón Blanco, pero apuró sus posibilidades en la última subida. «El final era muy duro. Se podía atacar en los últimos 500 metros», explica. Y eso hizo.