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Dani Olmo, el niño que se fue del Barça para ser futbolista

A los 16 años cambió La Masía por el Dinamo de Zagreb. Croacia quiso nacionalizarle. Ahora lucha por ser campeón de Europa con el Leipzig

Dani Olmo marcó el primer gol en el triunfo del Leipzig contra el Atlético en cuartos de final de la Champions.
Dani Olmo marcó el primer gol en el triunfo del Leipzig contra el Atlético en cuartos de final de la Champions.Miguel A. LopesAP

Dani Olmo siempre tuvo un sueño, ser futbolista. Para cumplirlo no dudó en marcharse del Barcelona cuando era un niño, en una decisión tan arriesgada como meditada por él y su familia. El tiempo ha acabado por darle la razón y ese sacrificio y trabajo se ven ahora recompensados, a sus 22 años, con la presencia en las semifinales de la Liga de Campeones con el RB Leipzig.

A los 16 años, Dani Olmo tomó una decisión que le cambiaría la vida. Dejó la cantera del Barcelona y se marchó al Dinamo de Zagreb. “Fue la decisión más dura y difícil que he tomado nunca. Fue meditado y hablado”, reconoció años después. Se marchó con el objetivo de hacerse futbolista, de acelerar su carrera, una apuesta que le hizo madurar como persona y crecer como jugador.

Me llamaban loco por irme a Croacia, pero la oferta deportiva del Dinamo no me la ofrecía ningún otro club. El objetivo era estar en la dinámica del primer equipo desde el segundo año, pero a los tres meses ya me subieron del filial. Me ofrecieron un proyecto de futuro”, explicó Dani Olmo.

La evolución que sufrió su carrera en unos meses era impensable que le hubiera sucedido en el Barcelona. Llevaba siete temporadas en el club, al que llegó con nueve años en 2007, después de pasar por Terrassa y Espanyol. Fran Sánchez fue quien le desplazó desde la posición de delantero centro hasta la banda, Franc Artiga y Quique Álvarez continuaron puliéndole y cuando debía incorporarse al Juvenil B, que entrenaba Francisco Javier García Pimienta, Olmo decidió marcharse. Era el verano de 2014 y apenas unos meses después, el 7 de febrero de 2015, debutó en la Primera división de Croacia. Todavía tenía 16 años.

En las dos temporadas siguientes alternó el primer equipo y el filial y en 2017 se asentó en la primera plantilla. Su progresión fue imparable y apenas cuatro años después de abandonar La Masía, Dani Olmo ya era la estrella del Dinamo.

La Liga croata se le quedó pequeña. “Dani es desequilibrante en el uno contra uno, puede desbordar a cualquier rival. Tiene talento, cualidades tácticas y técnicas. Su nivel de juego está por encima del que ofrece el Dinamo”, reconoció su entonces entrenador, Nenad Bjelica.

Croacia mostró interés en que jugara con su selección, pero Dani declinó la propuesta. Quería ser internacional absoluto con España y lo logró el 15 de noviembre de 2019, cuando Robert Moreno le dio unos minutos en el 7-0 contra Malta. Suficientes para que Olmo marcara el quinto tanto de La Roja. Unos meses antes había ganado la Eurocopa Sub-21. Comenzó el torneo como suplente y acabó siendo elegido el mejor jugador de la final y marcando el gol que dio el triunfo a España ante Alemania (2-1).

En el último mercado de invierno cambió Zagreb por Leipzig. “Me fui del Barça para estar donde estoy”, dijo después de firmar con los alemanes. Las llamadas que recibió del director deportivo del Leipzig, Markus Krösche, y del entrenador, Julian Nagelsmann, fueron determinantes para que Dani se decidiera a jugar en la Bundesliga y se olvidara del interés del Milan, del Barcelona o del Atlético. “Estoy donde me querían de verdad”, dijo sobre el interés del equipo madrileño después de eliminarle en los cuartos de la Liga de Campeones. Olmo les marcó el primer gol.