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Fútbol

Joao Félix y la mili de Simeone

Su figura ha crecido después de la eliminación del Atlético contra el Leipzig en la Champions. Está más liberado, mental y posicionalmente. Es la referencia del equipo rojiblanco

Joao Félix, en el último entrenamiento del Atlético
Joao Félix, en el último entrenamiento del AtléticolarazonEFE

Luis Suárez marcó dos goles y llamó la atención en su debut contra el Granada, pero el Atlético se ha echado a los pies de Joao Félix para convertirse en aspirante a todo. El portugués marcó un gol, dio otro y forzó un penalti, pero su aportación va mucho más allá de lo que dicen los números.

Joao ya ha cumplido el año de mili obligatoria que «impone» Simeone a todos sus fichajes. Especialmente a los más jóvenes. El fichaje más caro del Atlético jugó siempre que estuvo disponible la temporada pasada, en la mayoría de ocasiones de titular, pero era la opción preferida de Simeone para los cambios. Sólo completó seis de los 36 partidos que disputó. Tampoco acabó contra el Granada en el debut del Atlético en Liga, pero algo ha cambiado en su situación en el equipo.

El partido contra el Leipzig en los cuartos de final de la pasada Liga de Campeones fue la clave para su despegue. Sólo tiene 20 años, pero no le costó asumir la responsabilidad de la que escapaban los más veteranos en la primera mitad. Entró en la segunda parte y lo cambió todo. Le hicieron un penalti y nadie discutió que era él el que tenía que lanzarlo.

Joao Félix se ha ganado la jerarquía como se ganaba en el barrio. Hay que dársela al bueno. Y el bueno es el portugués. Sus compañeros le miran a él antes de darle la pelota a cualquiera. Él siempre la quiere y los demás saben que el juego sale mejor desde sus pies.

Ahora tiene más participación y más influencia en el juego. Para eso ayuda que ante el Granada saliera de la banda, adonde le condenó Simeone en muchas ocasiones la pasada temporada. Era la opción para que pudieran jugar juntos Morata y Diego Costa en algunos partidos, pero en el último tramo de la temporada se vio desplazado incluso por Marcos Llorente.

Ahora tiene libertad para moverse y la aprovecha. «El Joao de hoy fue seguramente uno de los partidos que más feliz se le vio dentro del campo. Se lo veía libre para jugar a la pelota y al fútbol. Eso es lo que necesitamos de él», aseguraba Simeone después de la goleada contra el Granada. «Es un jugador de muchísima calidad y muchísimo talento», reconocía el entrenador rival, Diego Martínez.

Joao Félix sólo necesita un salto más, el físico, para que Simeone confíe en él como confió en Griezmann. Llegó como el sustituto del francés y, como él, ha tenido que adaptarse a la exigencia física del Cholo y del «profe» Ortega. Parece frágil, pero es más resistente de lo que muestra su apariencia. Nunca ha sufrido un desmayo en un entrenamiento como le sucedió al argentino Vietto en los primeros ejercicios bajo la dirección del preparador físico del Atlético. Le hace falta un poco más de fortaleza y para eso trabaja.

Griezmann es el ejemplo, aunque sus registros goleadores no tienen por qué ser los del francés. Lo de Joao Félix es otra cosa, es un futbolista que participa del juego en la creación y deja la finalización para otros. A pesar de todo, los nueve goles que marcó el curso pasado le bastaron para ser el segundo máximo goleador del Atlético, sólo por detrás de los 16 de Morata.

Simeone confía, además, en su entendimiento con Luis Suárez para que sean un complemento perfecto en la delantera rojiblanca. «Ojalá su llegada, con la presencia de Costa, más el crecimiento de Joao, más la compañía de Carrasco, Correa, Vitolo, Lemar, nos permita mejorar», decía Simeone antes del debut del uruguayo. De momento, ya miran todos a Joao Félix de otra manera. Pide el balón y todos quieren dárselo.