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Roland Garros

Sofía Kenin, la tenista que saca sin mirar

La estadounidense, que se enfrenta hoy en la final a polaca Iga Swiatek, soprendió en Roland Garros con su técnica de saque

Sofia KeninAFP7 / Europa Press / Europa Press08/10/2020 ONLY FOR USE IN SPAIN
Sofia KeninAFP7 / Europa Press / Europa Press08/10/2020 ONLY FOR USE IN SPAINAFP7 / Europa PressEuropa Press

Sexta jugadora del mundo, con 21 años y cinco títulos conquistados, uno de ellos de Grand Slam (Australian Open 2020), Sofía Kenin jugará este sábado con la polaca Iga Swiatek, una nueva final de las grandes: Roland Garros. Y allí, en las canchas de París, además de mostrar la gran evolución de su juego y un tenis por momentos explosivo, ha sorprendido a todos con la mecánica de su saque.

Contrariamente a lo tradicional y a los consejos que suelen recibir los aficionados a este deporte, Kenin no mira la pelota en el momento de arrojarla hacia arriba (toss). Lo que no implica en su caso perder eficacia ni mucho menos. Una mecánica bien entrenada para hacer sencillo algo que no lo es. Luego sí, fija la vista en la pelota e impacta.

“Sé que es un poco diferente pero he tenido grandes resultados con él. Creo que, a pesar de lo que dicen los técnico, estaría bastante mal empezar a cambiar las cosas ahora. He mejorado mi servicio. Siento que estoy sirviendo bien. Así que no creo que importe cómo lo haga, siempre y cuando entre. Sí.. funcionó para mí”, declaró la tenista a ESPNTenis.com.

Sofia, nacida en Rusia el 14 de noviembre de 1998 (21 años) pero nacionalizada estadounidense, es una de las tenistas del momento.

Si Iga Swiatek, 54 del mundo, arrolló a la argentina Nadia Podoroska, 6-2 y 6-1, Kenin, sexta del ranking, condujo con firmeza el encuentro de campeonas de Grand Slam con la doble vencedora de Wimbledon, la checa Petra Kvitova.

La presencia de Kenin en esta final no estaba en muchas quinielas pero la estadounidense tiene el cartel de ser la actual campeona del Abierto de Australia.

Las condiciones únicas de esta edición de Roland Garros, con nuevas pelotas y frío, viento y lluvia otoñales ante el retraso en el calendario por el coronavirus, más el parón de seis meses por la pandemia, auguraban un camino indescifrable del que ha salido victoriosa Kenin.

Tras darse a conocer en Melbourne, la tenista de 21 años, quiere seguir en la cresta y confirmarse como una de las tenistas de futuro, capaz además de dominar en pista dura y en tierra.