F-1

Fórmula 1

Carlos Sainz y lo que nadie ha hecho nunca en Ferrari

En la «Scuderia» ha sorprendido la intención de Carlos Sainz de trasladar su residencia cerca de la fábrica para trabajar día a día. No es habitual que un piloto de Fórmula Uno tome esta decisión

Carlos Sainz, en Maranello
Carlos Sainz, en MaranelloFERRARI CARLOS SAINZLa Razón

Uno de los aspectos que más sorprendió a Ferrari cuando se fraguó el fichaje de Carlos Sainz allá por el mes de abril fue su firme intención de residir en Italia, cerca de la fábrica. El madrileño está convencido que el día a día con los ingenieros y los mecánicos fuera del circuito, en la sede del equipo, hace mucho y en McLaren le dio un gran resultado. En Maranello están encantados con la idea y el propio John Elkann, dueño y señor del imperio FCA (el grupo que aglutina marcas de coches como Fiat, Jeep, Alfa Romeo, Ferrari o Maserati) y nieto de Agnelli, fue el primero en destacar que el español viviría cerca de la factoría, algo que no es habitual en un piloto de Ferrari.

Todo el mundo que aspira a trabajar en la F-1 quiere formar parte del equipo italiano, pero vivir allí se hace muy cuesta arriba. La mayoría de las escuderías de Fórmula Uno están en Inglaterra y casi todas muy concentradas en la misma zona. Sólo Sauber-Alfa Romeo (Suiza) y Ferrari (Italia) están lejos de esa órbita. Algo que históricamente en muchas ocasiones les ha perjudicado por aquello de estar lejos del lugar donde está flotando el conocimiento.

Maranello está cerca de ciudades como Bolonia y Módena y algo más alejado de Milán. No es un centro neurálgico como lo pueda ser Londres, pero muchas cosas han cambiado con los años y puede que Carlos Sainz siente un precedente.

Michael Schumacher residía en Suiza cuando era piloto de Ferrari, pero pasaba muchos días entrenando en el circuito privado que tiene la marca a escasos metros de la fábrica. De hecho, el alemán se alojaba en la casa donde Enzo Ferrari tenía su residencia, en el propio recinto de la pista. En aquella época se hicieron famosas unas imágenes del «káiser» saliendo por la puerta de la vivienda y dirigiéndose, andando, al box de Shell donde le esperaba el monoplaza para hacer test y probar algunas evoluciones. Era una etapa donde no había simuladores y se permitía rodar sin limitación, algo ahora prohibido.

Muchos ingenieros han rechazado ofertas muy sustanciosas para trabajar en Ferrari con tal de no vivir allí. El más conocido es Adrian Newey, el gurú del diseño de Red Bull que la «Scuderia» quiso fichar a golpe de talonario. Vivir fuera de Reino Unido le ató a la escudería energética de por vida prácticamente. Otro caso más reciente es el de James Allison (actual director técnico de Mercedes), que después de sufrir un drama familiar quiso regresar a Inglaterra urgentemente. Esto lo aprovechó Mercedes para ficharle y desde hace cinco años sólo hace coches ganadores para ellos… no para Ferrari.

En el caso de Sainz, su espíritu a la hora de anteponer los intereses del equipo sobre el piloto han conquistado a los responsables. En Italia suspiran para que gane Ferrari. No hay nada más. Prefieren que venza Ferrari, aunque eso signifique derrotar a un piloto italiano en otra escudería. La mayoría de pilotos residen en Mónaco o Suiza por aquello de pagar menos impuestos y también por la imposibilidad de entrenar con el coche. Pero esa batalla, pilotos como Sainz, la han trasladado al minucioso trabajo en fábrica con los ingenieros y la forma de encontrar la manera de mejorar el coche analizando cada detalle post carrera. Eso le ha hecho triunfar en McLaren y lo hará en Ferrari. A nivel logístico ya no es tan complicado porque los desplazamientos, en la mayoría de los casos, se realizan en el avión privado que la escudería fleta cada temporada. Módena es una ciudad pequeña, pero con mucho encanto y llena de vida, al igual que Bolonia, donde está el aeropuerto.

Sainz tendrá que solucionar otras cuestiones como el tema de su entrenador, que reside en Inglaterra. «Vivir cerca de Woking me aportó cercanía y más feeling con el personal en la fábrica. Pero al final los resultados cuentan. El objetivo es hacer lo mismo, pero en otro ambiente. Me llevo la misma filosofía. El primer día no tuve tiempo de hablar con ingenieros y empezar a hacer preguntas. Me dio rabia no poder investigar más sobre temas técnicos. He avisado a Ferrari que voy a ser muy pesado», avisa Sainz.