Víctor Hasbani (Milán, 1984) aprendió a apreciar el deporte estadounidense en cintas de VHS que le regalaba su familia. A través de ellas se acercó a figuras que no le correspondía disfrutar por su edad y muchas de ellas aparecen reflejadas en “Momentos estelares de la NFL” (Editorial Contra), un libro que recoge catorce pasajes históricos del fútbol americano. La Super Bowl que enfrenta el domingo a los Kansas City Chiefs de Patrick Mahomes y los Tampa Bay Buccaneers de Tom Brady puede ser uno de esos sucesos que dentro de unos años se consideren históricos. El futuro contra el pasado. Lucha de gigantes.
-¿Es el Mahomes-Brady que se va a ver en la Super Bowl el partido soñado por todos los aficionados neutrales?
-Antes de la final conferencia pensaba “gane quien gane hay un montón de historias”. Ahora a ver qué sucede el domingo, podrían ser dos capítulos según quién gane. En la última parte del capítulo que escribo de Brady y Belichick menciono el primer duelo que mantuvieron en playoff Brady y Mahomes y digo que aquel partido recordó al combate de Frazier y Ali en Manila. Fue un intercambio de golpes descomunal entre los dos equipos y yo terminé de ver el partido cansado. Un poco como cuando vi en una cinta que tenía guardada el combate entre Frazier y Ali, uno de mis favoritos.
-Cuando escribía de Brady, ¿pensaba que ya iba a estar finalizada su carrera a estas alturas?
-El proyecto de este libro comenzó hace cuatro años. Era 2016. Los chicos de la editorial Contra me dijeron “escribe el primer capítulo. Vamos a hacer Brady y Belichick” y empecé a escribirlo. Pero ese capítulo escrito en 2016 era completamente diferente. Cada año lo cambiaba, hasta el punto que cuando Brady se fue a Tampa Bay dije “este capítulo lo podemos cerrar”. Porque seguía ganando. Era increíble. Son casi 20 años, es muy grande. Y ellos han ido un poco en contra de la NFL. La NFL busca que cada año gane un equipo distinto, con el techo salarial, los agentes libres... es muy difícil estar al máximo nivel y estos dos se han tirado casi 20 años. La hazaña de Brady y Belichick es muy gorda.
-¿Es Brady el más grande de la historia?
-Es muy complicado hacer comparaciones en el deporte porque ¿cómo podemos comparar épocas distintas? Y al ser un deporte de equipo suena difícil, porque uno no juega solo, juega con los compañeros. Pero es un juego que me encanta, que nos fascina a los periodistas, a los jugadores, a los aficionados. Si miramos los números, me cuesta encontrar al segundo, Tom Brady me parece el primero, el segundo y el tercero. Tiene números tan asombrosos que es increíble. El otro día estaba mirando sus números y los de otro gran mito como Joe Montana, al que antes de Brady se le consideraba como el más grande. Si miramos los números de Brady casi tiene en cualquier categoría el doble que Montana. El doble. Montana gana cuatro Super Bowl, Brady ha ganado seis y ahora va a jugar la décima. Finales de conferencia, creo que ha jugado el doble que Montana, diez y cinco o algo sí. Pero claro, la época es diferente. En la época de Montana ya estaba cambiando, era un “football” más ofensivo, pero no es el “football” que se juega hoy en día. Pero entiendo que las comparaciones son el juego más divertido que podemos hacer y si tengo que contestar con un sí o un no, diría que sí.
-Como dice, es un juego de equipo y no se sabe qué hubiera sido de Joe Montana sin Jerry Rice o de Jerry Rice sin Joe Montana.
-Si en vez de Jerry Rice hubiera estado un tipo como yo, Montana podía haber hecho el mejor pase de la historia, pero yo no lo hubiese atrapado. Montana tiene que saber hacer ese pase, pero tiene que tener a cinco tíos que lo protejan. Y tiene que hacer ese pase y tener a Jerry Rice que lo pueda atrapar. Es un juego fantástico, pero todos tienen que estar a su máximo nivel. Jerry Rice es un mito, era un jugador maravilloso, elegantísimo, tenía un estilo increíble. Ellos eran lo máximo. En los años 70 dominaban las defensas y en 80 empezaron con la dinastía de los 49ers, un nuevo estilo, con los pases cortos...
-¿Hay conexión entre los deportes? El cambio de estilo que provocan los 49ers coincide en la época con los Lakers de “Magic” Johnson y el “showtime”.
-Al principio puede ser casualidad. También los Lakers empezaron con el “showtime” a principios de los 80 y cambiaron la manera de jugar al baloncesto, pero creo que tienen un punto en común, son los dos momentos en que ambos deportes empiezan a tener éxito fuera de Estados Unidos. Luego no sé si Bill Walsh y Pat Riley eran amigos y ponían cosas en común o tenían charlas interesantes. Pero durante aquellos años el fútbol americano empezó a conocerse más fuera de Estados Unidos y también pasó con la NBA. En Italia y en España fue justamente en aquellos años, ese es un punto que tienen en común.
-¿La diferencia de Brady con Montana es que eclipsa a todos los competidores? Con Montana convivían John Elway, Dan Marino, Jim Kelly...
-Joe Montana ha tenido muchas rivalidades, la gran mayoría las ha ganado. En cambio, Brady ha tenido a Rodgers, Payton Manning, Eli Manning, pero él ha triunfado a lo largo de tantos años que los ha arrollado a todos. No encuentro en la historia a nadie como Brady que haya arrollado a tantos grandes. Es cierto que Montana a Marino le ha ganado siempre, a Elway, Young triunfó cuando Montana se fue. Brady ha perdido. Eli Manning lo ha derrotado dos veces, también Payton Manning, pero luego ha vuelto a ganar. Sólo un personaje le ha ganado dos Super Bowls y Brady nunca le ha ganado, que es Eli Manning, pero es imposible pensar que esté a la misma altura que Brady. Es como en el tenis, recuerdo al gran Pete Sampras, que me encantaba, pero que en su carrera tenía un récord negativo con Krajicek, el holandés. ¿Sólo porque le ha ganado un Wimbledon podemos pensar que está a su altura? No. Pero el deporte también nos regala estos datos estadísticos bastante curiosos.
-En el libro también aparecen personajes que llamaron después la atención en el cine como OJ Simpson o Bubba Smith, uno de los actores de “Loca Academia de Policía”.
-La figura de OJ Simpson me parece increíble porque era uno de los jugadores que yo veía en aquellas cintas. Era un jugador increíble, una elegancia, un poderío, cómo galopaba, un running back que parecía adelantado cincuenta años a su época. Y la trayectoria que ha tenido después hace que ya sólo se le recuerde por todos los problemas enormes que han eclipsado al Simpson jugador. Le he dedicado pocas líneas, pero me gustaba volver a su figura aunque fuera en dos líneas porque estoy hablando del OJ Simpson jugador. Hoy en día en Estados Unidos no lo quiere recordar nadie, como si no hubiese existido, es muy difícil encontrar imágenes del OJ Simpson jugador. En cambio es muy fácil encontrar imágenes de él huyendo de la policía de Los Ángeles por la autopista.
-No parece una casualidad empezar el libro por Vince Lombardi.
-Que el trofeo lleve su nombre ya dice mucho. Vince Lombardi ha sido una figura que puede transmitirnos muchas cosas. Primero, es representante de la inmigración en Estados Unidos, es de origen italiano. Ya en sí forma parte un poco de la historia norteamericana. Nace en Nueva York y empieza su carrera como colaborador de la defensa de los Giants de Nueva York y luego triunfa en la ciudad más pequeña que tiene un equipo en la NFL y que vive sólo de los Green Bay Packers. De la capital del mundo va al pueblo más chiquito de la NFL y triunfa. Representa la figura del sargento de hierro, todos los jugadores le tenían mucho miedo pero a la vez le tenían mucha fe. Proponía una manera muy sencilla de jugar al “football”, no era de los que dicen “tenemos que hacer miles de tácticas”. No, ni mucho menos. Incluso decía “vamos a intentar hacer pocas cosas, pero superbién”. Intentamos unas pocas cosas, pero perfectas. Al final del capítulo se produce la acción decisiva en aquella “Ice Bowl”, el mítico icono, el gran quarterback, la gran estrella de los Green Bay Packers [Bart Starr] se acerca al banquillo y habla unos segundos con Vince Lombardi sobre cómo hacer la gran jugada. Tienen tres o cuatro opciones y se ve que el quarterback tiene la última palabra. Le dice algo y Lombardi se deja llevar por su quarterback, pone el bien del equipo por delante de su ego. Igual él no hubiese pensado esa acción, pero le dice “vete y larguémonos de este infierno”. Y los Packers al final ganan. Eso me parece extraordinario, la inteligencia de saber cuándo otros tienen la idea mejor. Y a por ella. Eso me ha impresionado mucho de Lombardi, la humildad en ese momento clave de su carrera.
-Por edad a muchos de los nombre del libro no los ha visto jugar. ¿Cómo llega, por ejemplo, a Joe Namath, un personaje impresionante y no tan conocido en España?
-En esos Vhs que me regalaba mi familia había algo de Namath y siempre me había llamado la atención. Cuando me puse a escribir el libro lo que he hecho es ver todos los partidos de los que hablo, de Namath, además, hay muchos documentales y otra cosa que he hecho es leer los periódicos del día de los partidos importantes y del día después. Y eso me ha ayudado a tener la mirada que tenían en aquella época y confrontarla con la mirada que tenemos hoy en día. Es un ejercicio bastante interesante. No es un personaje muy conocido aquí, pero es un personaje tremendo. En la ciudad de Nueva York, donde hay miles de equipos, que en aquella época tenía a los Yankees de béisbol con Joe Di Maggio, Yogi Berra, los míticos, y los Jets, que eran un equipo nuevo, centró toda la atención de la ciudad. Y fundó un bar, restaurante, cafetería, discoteca, era un poco de todo y tuvo un éxito increíble, iban todos los jugadores de todos los equipos, actores... era una figura díscola, que sabía actuar en el escaparate máximo del mundo que es Nueva York. Sigue siendo un personaje muy simpático, siempre muy agradable. Namath sólo ha ganado una Super Bowl, nunca volvió a otra, pero su carácter, su manera de ser, no sólo en los partidos sino fuera se merecía un capítulo. Además, es un tío duro, no era de los que se quejaban, le rompieron incluso la nariz y siguió jugando. Era muy fuerte.
-¿Se puede comparar a la figura de George Best en el fútbol europeo?
-Creo que es una buena comparación. También George Best gana sólo una Copa de Europa, pero memorable, en Wembley contra el Benfica, marcando un gol en la prórroga, ese gol mítico. Y luego ha tenido una vida muy exagerada, incluso le llamaban el quinto Beatle. Me gusta la comparación.