Atlético de Madrid

Fútbol

El Atlético, un líder generoso

Que nadie olvide que sigue siendo el equipo del Cholo Simeone el único que depende de sí mismo para ser campeón

Diego Pablo Simeone, durante el partido de LaLiga Santander contra el Levante
Diego Pablo Simeone, durante el partido de LaLiga Santander contra el LevanteChema MoyaEFE

El fútbol es probablemente el único deporte del mundo donde no siempre gana el mejor. Los ejemplos se producen un fin de semana sí y otro también. Un Atleti muy superior al Levante en los dos partidos de la pasada semana obtuvo poco premio para lo que mereció. Debió sumar más tanto por intención de juego, como por ocasiones, pero el Levante y su gran efectividad de cara a la portería contraria, unido a dos porteros que con partidos así serían sin duda internacionales, han puesto la Liga al rojo vivo.

Que nadie olvide que sigue siendo el equipo del Cholo Simeone el único que depende de sí mismo para ser campeón, pero se antoja urgente frenar en seco la facilidad con la que recibe goles en las últimas jornadas. Los errores individuales están penalizando en exceso el buen juego de los rojiblancos y jugar con tres centrales cada jornada que pasa convence menos. Si el entrenador se ve obligado a cambiar el sistema de juego con el partido empezado como viene ocurriendo últimamente, igual es momento de plantear otra fórmula desde el inicio.

Cada vez resulta mas evidente que el título de Liga se decidirá también en los enfrentamientos directos entre los mejores, donde habrá que cruzar los dedos para que los árbitros pasen desapercibidos con sus famosas interpretaciones del reglamento. El mismo árbitro y en el mismo partido sancionó un soplido inexistente de Luis Suárez para anular el empate del Atleti, pero permitió un abrazo a Oblak en el tiempo de descuento. Fue un abrazo de los que sólo nos dábamos antes de que llegase la pandemia a nuestras vidas. Cosas del criterio, dicen.