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El ADN Ferrari de Carlos Sainz

Ha impactado en Maranello por su sencillez, cercanía y manejo del idioma. En el equipo están centrados en 2022, el año que todo cambia

Carlos Sainz, en su estreno con Ferrari
Carlos Sainz, en su estreno con FerrariFERRARIFERRARI

Los tiempos cambian y la pandemia obliga a realizar presentaciones de equipos de Fórmula Uno muy diferentes a las pasadas. Atrás quedó el cierre de una parte de la ciudad de Valencia para dar a conocer, por todo lo alto, la nueva escudería McLaren en 2007 con Alonso y Hamilton o las increíbles puestas en escena de otras estructuras en colosales teatros italianos que anticipaban los decadentes resultados a final de año.

La temporada 2021 calienta motores y ayer fue el turno de Ferrari con su nueva alineación de pilotos: Carlos Sainz y Charles Leclerc. No hubo un acto como tal, sino un vídeo de introducción con todos los protagonistas, muy motivados, y donde no se vio nada del coche. Eso tendrá que esperar al 10 de marzo. Ni siquiera una pista de la nueva decoración como ya hizo Alpine hace unas semanas. El día previo, Ferrari comunicó una nueva estructura técnica y deportiva, aunque con pocos cambios y que van en la dirección de aliviar la labor de Mattia Binotto. El jefe de equipo necesita centrarse en el trabajo propio de la Scuderia sin adentrarse demasiado en los quebraderos de cabeza que ofrece una labor más técnica, aunque él proceda de estos departamentos y tenga querencia a controlarlo todo en este sentido. Todos esperaban ayer las palabras del italiano porque son clave para saber si Ferrari tendrá o no un buen coche con el que Sainz y Leclerc puedan revertir la vergonzosa situación a la que fueron condenados en 2020 cuando les obligaron a reducir la potencia de su motor y a usar menos combustible que el resto a modo de sanción por no cumplir el espíritu del reglamento técnico.

Las simulaciones hablan de mejora en cuanto a potencia y a velocidad en recta, dos aspectos muy sufridos para Ferrari la pasada campaña. Binotto reconoció que sus ingenieros y mecánicos están trabajando con la vista puesta en la temporada 2022, pues anular el margen de diferencia con Mercedes, que dominó los últimos mundiales, en un solo año es imposible. «El margen acumulado el año pasado es alto y no puedes recuperarlo en un invierno. Nuestra concentración estará en el desarrollo del coche de 2022. Ese es el principal objetivo, no dedicaremos mucho tiempo al de 2021. En 2022 habrá muchos cambios y la mayoría de nuestros esfuerzos estarán en el coche de 2022», admitió.

Y hace bien Ferrari en enfocar su futuro pensando en el coche del próximo año, cuando la reglamentación ponga a cero los marcadores de todos los equipos. No se podrá esperar mucho de la Scuderia este año, como de otras muchas, e incluso el máximo responsable, John Elkann, ha admitido que 2021 es un año de transición.

El primer acto oficial de Carlos Sainz en Maranello consistió en un posado con el mono y los patrocinadores de 2021. El madrileño está aplicando la misma estrategia que hizo en McLaren a la hora de convivir en el equipo con su compañero, Leclerc, e incluso ha trasladado su residencia a los alrededores de la fábrica, algo que ha sorprendido mucho a los responsables del equipo. Sobre sus posibilidades en 2021 fue claro: «Es imposible saber dónde estamos. Sabemos lo que dicen nuestras simulaciones, dónde estamos en términos de velocidad máxima, pero es imposible prever dónde estaremos hasta que no veamos lo que hicieron nuestros rivales», advirtió.

Sainz forma junto a Leclerc la pareja de pilotos de Ferrari más joven desde 1968 y, pese a que ambos tengan un alto nivel competitivo, subrayaron que lo primero será el bien del equipo. «Siempre hay un equilibrio que encontrar. Uno quiero ser competitivo, pero al mismo tiempo, especialmente en este momento, debemos trabajar para el equipo, ambos queremos que el equipo crezca. Empezamos con buen pie, tenemos buena relación, pasamos mucho tiempo juntos en Maranello», dijo. «Tengo confianza en nuestra relación, nunca he tenido problemas con un compañero y no veo por qué debería tener problemas con Charles. Mi intención es estar al máximo para la primera carrera, pero realmente es complicado alcanzarlo. Se trata de experiencia, sensaciones que ganas carrera a carrera. Es difícil decir cuándo alcanzaré mi mejor nivel. Si es desde el primer Gran Premio mejor, pero eso depende también de las sensaciones que tienes con el nuevo coche», dijo.

El compañero de Sainz, Leclerc, es el ojito derecho de la afición italiana, pero en apenas unas semanas el español ha dado pasos de gigante por su sencillez, cercanía y manejo del idioma, un aspecto que otros como Schumacher, Vettel o Prost nunca llegaron a utilizar. «Está claro que debemos luchar para el bien del equipo. Carlos quiere ganarme y yo quiero ganarle, pero cuando estemos en las carreras lucharemos con cuidado, trataremos de ver lo que podemos hacer para el equipo. Lo más importante es separar lo que pasa dentro y fuera del circuito. Fuera del coche tenemos que colaborar, y en el coche, también, con estrategia. Carlos es competitivo, pero está aquí para el bien del equipo», agregó. «Parece que damos buenos pasos, trabajamos muchos con Carlos desde el comienzo, apretamos mucho y vemos mejorías. Todo parece positivo, pero tienes que ver qué hacen los demás para entender dónde estamos nosotros. El equipo lo está dando todo», afirmó.

A nivel personal, Charles Leclerc informó de que en las últimas semanas se ha centrado en analizar sus prestaciones del año pasado para intentar mejorar. «Hicimos unas pruebas con el coche de 2018, me siento listo para el nuevo año. Estoy tratando de aprender, de ver cuáles fueron mis debilidades», dijo el monegasco.