La oportunidad perdida del Atlético

Simeone «decidió» mantener al Real Madrid metido de lleno en la lucha por el título cuando tenía al equipo blanco noqueado en la lona. El Atleti salió al partido como debía y, como le ha pasado cada vez que ha sido ambicioso, le dio resultado pues consiguió adelantarse en el marcador gracias de nuevo a la letalidad de Luis Suárez. Pero el entrenador tiene su propia naturaleza, ésa que le lleva a defender un 1-0 en lugar de rematar a un rival medio muerto. Y le terminó pasando factura.

Comenzó la metamorfosis con el incomprensible cambio de un gran Lemar, dejando en el campo a un calamitoso Correa, y es que ni siquiera el Cholo es capaz de cargarse los galones del vestuario, la única razón para el exceso de minutos con los que cuenta el actual Saúl. La continuidad la tuvo la salida de Kondogbia y un míster que exigía a gritos que sus laterales no cruzasen el centro del campo porque tenían que defender a un rival pobre, cuyo recurso fue colocar a Casemiro de nueve.

Dos injustos resultados frente al Levante han bastado para poner en duda la primera vuelta. Da la sensación de que el partido a partido tiene hoy más de defender la distancia con los perseguidores, que de pensar en sumar de tres en tres. Una pena, viendo el nivel de los rivales y la diferencia de plantillas. Difícilmente alguna vez será mayor.