Messi rechazó hacerse la última foto con Laporta

Tres párrafos en un comunicado en pleno calor de agosto y una rueda de prensa de Laporta con muchos números y poco sentimiento. Así ha sido, de momento, la despedida del Barcelona al mejor jugador de su historia. Un increíble giro argumental de una historia que ahora sí parece que ha llegado su fin. Del «progresa adecuadamente» de las últimas semanas sobre la redacción del nuevo contrato, el presidente azulgrana ha pasado al «había que coger el toro por los cuernos y lo hemos hecho. La negociación ha terminado». Alargar la agonía era inútil porque los números no salían de ninguna de las maneras y lo mejor era que las dos partes pudieran seguir adelante.

Un desenlace que ha dejado descontento a Messi, que rechazó aparecer ante los medios junto a Laporta para explicar todo y darle al acto un tono más de despedida que de lección sobre economía deportiva. El club le ofreció esa posibilidad al crack argentino, que la descartó de pleno. «Me hubiera gustado tener aquí a Messi y haber sido el presidente que le firmó el último contrato en el Barcelona, pero la realidad es la que es y ponernos a hablar de hipótesis y alimentar falsas esperanzas no tiene mucho sentido», decía el nuevo presidente, que no regateó, eso sí, ninguna explicación.

No quiso Leo una foto con Laporta después de un anuncio de salida tan abrupto, y tras una comida con Jorge Messi, que lejos de ser para firmar fue para desearse buena suerte en lo que viene. «Se trata del mejor jugador del mundo y sé que tiene ofertas. El tiempo era limitado tanto para nosotros como para él. Necesita un margen para evaluar otras opciones», confirmaba Laporta, asimilando que tanto él como el barcelonismo tendrán que pasar el trago de ver a su máximo ídolo con otra camiseta, seguramente de un rival directo por la Liga de Campeones.

Y el destino más probable a día de hoy es el Paris Saint Germain, donde ya juegan varios amigos y compatriotas de Leo, además de ser uno de los pocos clubes con músculo para pagar un contrato tan alto. «Por supuesto que es una posibilidad. El club está trabajando y si hay algún tipo de información lo comunicaremos con la mayor brevedad», decía Pochettino, técnico del PSG, con una sonrisa y la mayor naturalidad. «Estamos analizando todas las posibilidades y por supuesto Messi es una de ellas», añadía el técnico argentino, que al mismo tiempo aseguraba no querer que salga Mbappé, el gran objetivo del Real Madrid y que no ha renovado su contrato.

Laporta explicó que la masa salarial del Barcelona es el 110 por ciento de los ingresos del club y que, aun sin Messi, se acercaría al 90, así que todavía tiene trabajo el presidente para conseguir inscribir a los fichajes de este curso: Depay, Emerson y Agüero, que se supone que venía al FCBarcelona para jugar junto a su gran amigo Leo antes de retirarse.

Laporta cargó contra Bartomeu, al que acusó de haber dejado una «herencia nefasta» en lo económico, con unos contratos inasumibles. Entre ellos, el de Antoine Griezmann, que a su llegada al entrenamiento de ayer fue increpado por los aficionados. «Messi se va por tu culpa», gritaban al francés, que se mantiene en silencio. El primer futbolista de la primera plantilla que despidió públicamente a Leo fue Busquets, con un emocionado mensaje en redes sociales después de haberlo visitado en su casa. «Te echaré de menos y siempre podré decir que jugué a tu lado», publicó el centrocampista. También le escribieron Ansu Fati y dos mitos como Xavi y Puyol.