Fórmula Uno

Fernando Alonso: “porpoising”, “bottoming” y paracetamol

Los nuevos coches de la F-1 producen efectos aerodinámicos que pueden crear en los pilotos dolores de cabeza y pérdidas momentáneas de visión

Una cámara 'on board' del Alpine de Fernando Alonso mostró lo mucho que botaba en recta
Una cámara 'on board' del Alpine de Fernando Alonso mostró lo mucho que botaba en rectaDAZNLa Razon

Paracetamol, dolores de cabeza, pérdida de visibilidad rodando a 300 kilómetros por hora… son las consecuencias, imprevistas, que los pilotos y los ingenieros de la Fórmula Uno se han encontrado en los primeros días de entrenamientos con los nuevos monoplazas surgidos de la normativa técnica de 2022. Es el llamado efecto “porpoising”, unos rebotes que se producen en la parte central por debajo del coche y que no es otra cosa que un efecto aerodinámico procedente del efecto suelo (succión), es decir, que la carga aerodinámica proceda de debajo del suelo y no por encima como ocurría en los coches de años anteriores. Cuando esto se produce el coche pega pequeños botes que, rodando a alta velocidad, resultan insufribles para los pilotos, ya que experimentan unas vibraciones que, incluso, pueden provocar pérdida de visión durante algunos segundos hasta que el piloto levanta el pie del acelerador y reduce la marcha. Pero en la F-1, pedirle a un piloto que deje de acelerar es una utopía. Casi todos los pilotos lo experimentaron en los primeros días de pretemporada y puede que este fin de semana en Baréin, donde arranca la temporada, quizá vuelvan a aparecer. Pilotos como Leclerc y Ocon reconocieron dolores de cabeza y la necesidad de tomar paracetamol justo después de rodar para aliviar el malestar.

Al margen de los problemas de juventud de los nuevos monoplazas, este efecto rebote ha traído de cabeza a los ingenieros porque deben cambiar la configuración aerodinámica para evitarlos y esas modificaciones puede que reduzcan su competitividad y afecte a otros factores. Muchos como Alpine, Ferrari y Red Bull afirman que lo tienen controlado, pero será este fin de semana cuando de verdad se compruebe.

El otro efecto que más temen los ingenieros es el “bottoming”, es decir, cuando los coches rozan el suelo y saltan miles de chispas. Se produce a gran velocidad cuando el coche toma carga aerodinámica y empuja el coche por presión hasta el suelo. El piloto sabe que está rozando el suelo con el coche por momentos, pero el material del que está hecho la placa protectora aguanta sin problemas y no representa un inconveniente para el piloto siempre y cuando se produzca en momentos determinados.

Las expectativas de Sainz

Carlos Sainz (Ferrari) se mostró cauto sobre sus opciones en el Mundial y dijo que hay que “intentar no caer demasiado en toda esa exageración que ahora mismo” les rodea. A la pregunta de si se siente con posibilidades de ganar, el madrileño respondió: “En realidad no, porque es algo que todavía no quieres creértelo por completo”. “En tu mente quieres venir aquí y estar preparado para luchar por la victoria porque como piloto quieres estar listo, pero también tienes que intentar no caer demasiado en toda esa exageración que ahora mismo nos rodea”, dijo. “Estoy preparado para lo que venga porque he estado trabajando para este fin de semana durante mucho tiempo. Pero tal vez lo esté un poco más después de la FP1, FP2, FP3. Quizás tras esas sesiones empiece a poner mis expectativas un poco más altas o más bajas”, agregó.