F-1

¿Cuánto gastan Alonso o Sainz en gasolina durante un Gran Premio de Fórmula Uno?

Cada coche dispone de 200 litros por fin de semana. En 2021 el gasto total en combustible de toda la parrilla ascendió a 500.000 euros

El Alpine de Alonso, en el circuito de Sakhir
El Alpine de Alonso, en el circuito de SakhirALI HAIDERAgencia EFE

Este fin de semana la Fórmula Uno regresa a la acción con un campeonato que estrena reglas técnicas que han provocado la llegada de nuevos diseños. Pero también hay cambios en el uso del combustible de los motores, que pasa del conocido E5 al E10, es decir,que está formado por un 10 por ciento de etanol y un 90 de origen fósil. La organización del campeonato asegura que la gasolina que emplean los motores es similar a la que existe en los surtidores de las carreteras o ciudades, pero claro, hay diferencias en todos los sentidos, sobre todo en cuanto a lubricación. Es el comienzo para que la F-1 sea más sostenible y reduzca sus emisiones. Es sólo un pequeño paso porque los índices de contaminación siguen siendo muy elevados. El precio que los suministradores, Shell o Esso, ofrecen a las escuderías forma parte de un acuerdo privado con los equipos, pero según diversas fuentes oscila entre los 6 y 7 euros el litro.

En 2021, el conjunto de los equipos empleó una media de 90.000 litros de combustible durante toda la temporada, incluidas las sesiones de entrenamientos, clasificación y carrera con un coste anual aproximado de 500.000 euros. En la Fórmula Uno el combustible siempre ha sido un claro objeto de trampa y en este sentido, la FIA controla mucho los lubricantes y demás para no enriquecer demasiado la mezcla. De hecho, la gasolina se mide en kilos y no en litros, ya que en función de la temperatura y otros aspectos puede aumentar la masa. En los monoplazas sólo el tanque de combustible alcanza un precio de 150.000 euros, ya que está hecho de materiales como caucho y kevlar y presenta una resistencia estructural bestial para que no se produzcan accidentes. Eso sí, hay casos como en el el choque de Grosjean en Baréin en 2020 en que algo falló.

Por cada Gran Premio un monoplaza dispone de 200 litros de gasolina y en carrera gasta unos 110, lo que puede equivaler, según los circuitos, aun consumo medio de 25 a 30 litros a los 100 kilómetros. La norma obliga, al final del Gran Premio, a dejar el depósito con una cantidad mínima de gasolina para que pueda ser analizada al término de la prueba y evitar de esa forma ilegalidades.