David contra Goliat

Así ha sido el “sabotaje” al megayate de Abramovich con una zodiac y banderas de Ucrania

Los activistas trataban de evitar que el My Solaris atracará en Turquía, país que no ha sancionado a los oligarcas rusos. Su segundo yate, Eclipse, ya se encuentra también a salvo en el puerto de Marmaris

La imagen del bloqueo al "Solaris" dio la vuelta al mundo
La imagen del bloqueo al "Solaris" dio la vuelta al mundoTwitterLa Razon

Roman Abramovich sigue acorralado. Los bienes del propietario del Chelsea han sido embargados y el futuro del club sigue en el aire. La lista de ofertas para comprar los “Blues”, en venta a raíz de las sanciones del Gobierno del Reino Unido a Roman Abramovich a raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, será reducida a tres en las próximas horas pero es una incógnita lo que sucederá con el club de Londres a corto plazo.

El magnate, cada día más cercado, trata de mantener sus megayates en refugio seguro y, aunque de momento los mantiene a salvo del bloqueo, no ha logrado evitar los sabotajes.

Un grupo de activistas ucranianos han tratado de evitar que el súper yate de Roman Abramovich atraque en Turquía en una protesta contra la guerra. El grupo fue visto en un bote que llevaba la bandera amarilla y azul de su país con las palabras “No a la guerra” escritas en ella.

No está claro si el propio Abramovich estaba en el yate My Solaris de 460 pies cuando atracó en Bodrum. Los manifestantes eran un equipo de jóvenes navegantes de la ciudad de Odessa, en el Mar Negro, informa Nexta TV. Su acción terminó cuando llegó la policía local y el yate pudo atracar en el puerto turco.

Una imagen que está dando la vuelta al mundo y ha causado furor en redes sociales por el contraste entre las dos embarcaciones, una enorme y espectacular y otra una lancha neumática. A pesar de ello, los manifestantes bloquearon el acceso al puerto durante horas hasta ser apartados por los agentes turcos.

El super yate llegó allí hace poco más de una semana después de salir de la ciudad turística de Tivat, en el Adriático de Montenegro, el 13 de marzo. Desde entonces, el barco se dirigió hacia el sur y rodeó la isla griega de Creta en los últimos días antes de llegar a aguas turcas. Los dos superyates pertenecientes al magnate zarparon para evadir las sanciones que le ha impuesto la Unión Europea, que alega que tiene “acceso privilegiado” a Vladimir Putin. Abramovich fue uno de varios rusos ricos agregados la semana pasada a la lista negra de Bruselas.

Como un buque fantasma, el Solaris, un barco de 140 pies valorado en 600 millones de dólares, ha estado sin rumbo fijo durante dias frente a la costa suroeste de Turquía, según el sitio web de seguimiento “Marine Traffic”

El yate Solaris, de 140 metros de eslora, que navega con bandera de las Bermudas según el sitio de seguimiento Marine Traffic, abandonó el 8 de marzo un astillero de Barcelona en el que había sido reparado.

El 13 de marzo partió de Tivat, ciudad turística del Adriático, con destino a Turquía, y en los últimos días rodeó la isla griega de Creta. El sitio de seguimiento mostró que ayer se encontraba a unos 3 km (1,9 millas) de la costa de Turquía, en dirección a la localidad de Datca.

Este lunes, el estado del buque cambió de “a la espera de órdenes” a “crucero escénico” -el estado que había mostrado desde que salió de Tivat (Montenegro) el 13 de marzo-, según mostró el sitio web de Marine Traffic.

Georgios Hatzimanolis, portavoz de Marine Traffic, dijo a Business Insider que, aunque los yates y los barcos pueden cambiar su estatus siempre que lo deseen, “lo más probable es que en este caso [el Solaris] esté utilizando el estatus para confundir a la gente acerca de cuál es su destino final”.

El barco ha logrado finalmente atracar en Turquía aunque se desconoce si este será su destino final o podría partir hacia Emiratos Árabes Unidos.

El Eclipse, también al salvo en Turquía

El otro superyate de Abramovich, el Eclipse, del que se cree que está valorado en 700 millones de dólares (más de 600 millones de euros), se encontraba el pasado lunes frente a la costa de Creta, una isla griega del mar Mediterráneo, según MarineTraffic. El yate ha estado navegando desde que salió de San Martín, en el Caribe, el 21 de febrero, según muestra el sitio web de seguimiento de barcos. Sin embargo, ya ha conseguido también atracar en una localidad turística turca. Como parte de la lista de personas en las nuevas sanciones de la Unión Europea, el magnate “escondió” sus barcos muy lejos para que no se los incauten.

El “Eclipse” amarró en el puerto suroeste de Marmaris, según un portavoz de seguimiento de tráfico marítimo. Esto se produce horas después de que el “Solaris” llegara antes a la localidad vacacional de Bodrum.

Las sanciones son delicadas para Turquía, que tiene estrechos vínculos comerciales y diplomáticos con Rusia y Ucrania. Los críticos del gobierno del presidente Tayyip Erdogan advierte de que el acto de equilibrio al que se ve obligado podría dejar al país en una situación de vulnerabilidad a nivel internacional. “El fondeo en los puertos deportivos turcos de yates embargados en países europeos puede dejar a Turquía en una situación difícil en el ámbito internacional”, advierte Utku Cakirozer, diputado del principal partido opositor CHP.

El Solaris fue diseñado por el diseñador de interiores australiano Marc Newson y construido por Lloyd Werft, un astillero alemán. Tiene un helipuerto y un club de playa al aire libre en la popa (parte trasera de una embarcación de vela). También tiene una piscina. Tiene dos Azipods (unidad de impulsión nautica) de nueve megavatios, que, según SuperYacht Times, son los más potentes jamás instalados en un yate. El Solaris tiene ocho cubiertas y, según los informes, puede alojar entre 60 y 36 pasajeros en sus 18 cabinas súper lujosas. No obstante, el Solaris, que mide alrededor de 140 metros, no es el yate más grande de la armada de Abramovich; ese mérito es de Eclipse, que cuenta con sistema de detección de misiles y la suite principal tiene ventanas a prueba de balas.

Con sus yates a salvo, el magnate se prepara para mudarse a este país donde piensa realizar importantes inversiones, según los medios turcos e incluso adquirir un nuevo club de fútbol: el Goztepe FC, club de la ciudad de Esmirna.