La emocionada dedicatoria de Alcaraz y las inconsolables lágrimas de Ferrero

El español Carlos Alcarazvenció este domingo al noruego Casper Ruud y se proclamó campeón del Abierto de Miami, con lo que se convirtió en el tenista más joven en coronarse en la historia de este torneo y en el primer español que triunfa en el cuadro masculino de este Masters 1000.

Ha sido una victoria emocionante en la que Alcaraz ha mostrado su entusiasmo y felicidad y en la que su entrenador, Juan Carlos Ferrero no ha podido evitar las lágrimas al darse un abrazo a su pupilo. Ferrero es el que le está guiando en la élite, enseñándole a ir paso a paso. Está construyendo un campeón como lo fue él.

Ha sido un abrazo doblemente emotivo: por la victoria de Carlos Alcaraz, cuando al comienzo de la final parecia que se le escapaba sin remedio y porque Ferrero tenía la emoción a flor de piel. Tuvo que volver a España porque se murió su padre y no ha podido acompañarle como le hubiese gustado. Pero antes de la final, ocurrió lo que Alcaraz no esperaba.

Estaba sentado en el hall del hotel, en pantalones cortos, tranquilo, charlando y relajándose, cuando a su espalda apareció corriendo hacia él, Juan Carlos Ferrero. En cuanto Alcaraz descubrió que quien hacía ese ruido era su entrenador, se levantó y le dio un emocionado abrazo. El técnico que le ha acompañado, con el que ha dado los pasos más trascendentales de su aún corta carrera, hizo el esfuerzo para estar con él en el primer día de los muchos felices que se esperan.

Por eso, cuando Alcaraz fue a la grada a celebrar su victoria con los suyos, después de haber saludado educadamente al perdedor, el primer abrazo fue para Ferrero. El tenista mantuvo la compostura, pero el entrenador no pudo aguantar, ni quiso, las lágrimas.

Alcaraz le agradeció el detalle de viajar a verle hasta Miami, pese a la muerte de su padre con una dedicatoria muy especial.