Las 5 claves que explican la sequía del Real Madrid: Benzema, Ancelotti...

Álvaro Rodriguez, el delantero blanco que marcó el gol al Atlético y la solución de Ancelotti para cuando no hay manera de hacer gol, salió en los últimos minutos al campo del Betis y... no tocó un balón. Con el tiempo ahogando, con LaLiga escurriéndose entre los dedos, el Real Madrid no supo meter un balón en el área en condiciones, un pase para que el delantero, que acompañaba a Benzema y a los que en alguna jugada se unió Militao, rematase al menos, se probase. Nada. Le falta claridad al Real Madrid en ataque y eso le está despidiendo de LaLiga y le ha puesto la Copa muy cuesta arriba. Contra el Atlético marcó un gol en una jugada a balón parado, un remate de Álvaro; frente al Barcelona, no tiró a puerta y contra el Betis, fue incapaz de marcar. Con 47 tantos a favor, es el equipo de LaLiga que más goles ha hecho. Sólo lleva un gol menos que el curso pasada. Las cifras, por tanto, no son tan alarmantes. El problema es el momento en el que se ha olvidado de hacer goles en España, porque bien que marcó en Anfield.

Benzema, lejos de Benzema

La temporada pasada de Karim Benzema puntúa doble y de ahí que Ancelotti defienda al futbolista francés cada vez que le preguntan por él. Si está bien, es titular indiscutible y juega todos los minutos que haga falta. Pero no es que sea menos decisivo que el año pasado (normal, pues fue un curso excecpional), es que lo es mucho menos y eso afecta a la creatividad del equipo. Porque no marca goles y tampoco ayuda a la creación con la lucidez de otros tiempos. Contra el Betis, buscó a Rodrygo por dentro, pero las jugadas no terminaron en gol.

Sin soluciones ofensivas

En los días claves, con rivales de nivel, el Real Madrid no ha encontrado soluciones para llegar a gol. Como si no se le ocurriese qué hacer: “Estamos bien atrás pero no arriba, donde no elegimos la mejor solución posible. Es lo que pienso de este partido. Intentamos regatear cuando no debemos o tirar un pase cuando debemos tirar a portería. Es un problema colectivo de decisiones individuales", explicaba didácticamente Ancelotti acerca del último encuentro contra el Betis, pero el día antes decía que ese era el camino: “Tener a Rodrygo nos puede ayudar porque es un jugador que por su calidad en espacio reducido puede encontrar la jugada. Si tú tienes un delantero centro de altura tienes que meter centros y no queremos perder la calidad que tenemos en espacios reducidos con Vinicius, Benzema y Rodrygo”. Y el Madrid no se movió del todo mal, pero no marcó.

Sin la ayuda de los laterales

Benzema y Rodygo lo intentaron por dentro y Vinicius entra desde la banda, pero muy pocas veces pone un pase, porque no es lo que mejor se le da. Él busca encarar hacia el área. El Madrid, entonces, es un equipo al que es más fácil defender porque no abre el campo. Eso es cuestión de los laterales, a los que Ancelotti suele cambiar en todos los partidos. Contra el Betis empezaron Camavinga y Lucas Vázquez y acabaron Nacho y Carvajal. Pero apenas cambió la aportación ofensiva. O no están en forma o no son especialistas y el equipo lo nota mucho.

Balones al área

Álvaro Rodríguez ha superado a Asensio en el escalón de las rotaciones porque Ancelotti considera que el alto delantero le da otra variante. Pero para eso hay que poner balones al área. Y ponerlos bien. El Madrid no lo hace. Según las estadísticas, suele cruzar unos 16 balones por partido, frente a los 24 del Athletic, el que más balones pone. Y cuando lo hace, sin laterales expertos en ataque, no consigue centros precisos.

Dudas de Ancelotti

Ancelotti, además, deja señales de que no tiene claro cómo afrontar el problema de gol y de creación. En el centro del campo apostó por Ceballos y luego se olvidó de él hasta que en Sevilla le volvió a utilizar; arriba, ha relegado a Asensio y cambia laterales y un delantero casi siempre, pero no termina ni de apostar por una cosa o por otra, como si no tuviera claro qué es lo mejor para el Real Madrid a estar alturas de la temporada.