Fútbol

El Real Madrid no puede con el Betis (0-0) y se queda a nueve puntos del Barça

Los blancos volvieron a pasar otro partido sin marcar y la distancia con su máximo rival parece cada vez más insalvable

SEVILLA, 05/03/2023.- El centrocampista del Real Madrid Fede Valverde (i) trata de escapar de Ayoze Pérez, del Betis, durante el partido de LaLiga que Real Betis y Real Madrid disputan hoy domingo en el estadio Benito Villamarín, en Sevilla. EFE/Julio Muñoz
Real Betis - Real MadridJulio MuñozAgencia EFE

Otro partido sin gol. El Real Madrid, paso a paso, se va despidiendo de LaLiga antes de que llegue la primavera. Le cuesta tanto meter goles, que así no se puede competir. Le sucedió en el campo del Betis, como ya le había pasado contra el Atlético, el Barcelona o el Mallorca. Se ha quedado seco el equipo de Ancelotti y la distancia con el líder ya parece un mundo. Es verdad que para este grupo nada es imposible, pero las señales que va dejando el equipo blanco en la competición española es que necesita mucho desgaste y mucho esfuerzo para hacer frente a los rivales y aún así, no llegan los tantos ni las victorias.

No hizo un mal partido en el Benito Villamarín, incluso fue bueno y según avanzaba el encuentro, mereció ganar, por ganas, por llegadas y ocasiones. Tuvo un par de ellas en las que lo más probable era el gol, pero no llegó y eso empieza a ser tendencia en el equipo de Ancelotti. El entrenador italiano presumía de ser el equipo que más tantos estaba metiendo en LaLiga, pero en el momento en el que tenían que llegar, el Madrid sufre una sequía demoledora. Se acaba el mes de máxima competición y el equipo ha dado la cara en la Champions, pero no ha avanzado en LaLiga y tiene muy complicada la Copa. Más que nada porque marcar en los días importantes (quitando Anfield) parece el doble o triple de complicado que hace un curso.

Ancelotti no quiso ver problemas en la derrota ante el Barcelona y la «traición» de Xavi a su manera de ser tapó un poco que el Madrid no llegase ni una vez con claridad a la portería contraria. Contra el Betis, sin embargo, el Madrid llegó lo suficiente como para ganar, jugó con arrojo y acabó el partido con la táctica de todos arriba, con ya Álvaro Rodríguez en el campo, el síntoma más claro de lo que le sucede a este equipo. Le necesita, pero no tiene ni idea de cómo encontrarle. Y así se le escapan los puntos.

Con Rodrygo y el sistema de trs delanteros arriba, tuvo más peligro el Madrid durante todo el choque porque el brasileño se entiende bien con un Benzema tan lejano al de hace un año que ahora mismo no está claro qué hacer con él. Vinicius, mientras, hacía la guerra por su cuenta, en una hermosa batalla con Sabaly, en la que el madridista acabaría ganando más duelos, pero sin que ninguno de ellos terminase dentro de la portería. Vini, sobre todo, se impuso cuando el partido llegaba al final, que fue cuando el Madrid ya doblegó al Betis, lo encerró en su campo y lo hizo dudar.

Antes de esa última media hora o últimos veinte minutos, el choque fue vibrante y tenso, lleno de pequeñas batallas por cada balón, exhausto para quien lo veíamos desde fuera y más para los jugadores. Borja Iglesias se las veía con Militao, de quien se despidió deportivamente cuando fue sustituido. Rubial dejaba su huella en todas las zonas por donde pasaba; Camavinga peleaba cada centímetro, como lateral, a veces con acierto; a veces no o Guido Rodríguez o Luiz Felipe marcaban la zona bética, la línea por la que no podían pasar los madridistas.

El Real Madrid se jugaba LaLiga y el Betis anhela llegar a la Champions. El empate era malo para ambos, pero cuando con el marcardor igualado, cuando las fuerzas ya debilitadas de la batalla, de de correr para atacar y tener que volver a la misma velocidad porque el rival había robado y no paraba, cuando, en esas circunstacias, el reloj empezó a apuntar al final, el Betis pensó que el empate era muy bueno y el Madrid, que era un desastre.

Entonces Ancelotti cambió a los laterales, como si ahí estuviese la solución. Quizá porque está empezando a quedarse sin respuestas en el campo el italiano. También dio paso a Ceballos, del que igual que se acordó un día, se olvidó de él cuando llegaron los choques importantes y mandó a los suyos a ganar de cualquier manera, con dos centrocampistas, los laterales muy arriba y los demás, buscando un remate.

Ese desorden que tan bien le fue en Champions. Pero ni un centro en condiciones puso el Madrid en esos minutos, agobiado por el resultado y por el gol, esa ausencia dolorosa.