De los 53 puntos de Jokic que no sirvieron para nada al homenaje de Harden a la víctima de un tiroteo con el triple ganador

La NBA ofrece noches memorables y la última ha sido una de ellas. Las series entre Nuggets y Suns y Celtics y Sixers están empatadas a dos victorias después de dos partidos trepidantes plagados de detalles que sólo parece capaz de ofrecer la Liga estadounidense.

Nikola Jokic, el MVP de las dos temporadas anteriores, firmó una actuación majestuosa con 53 puntos -su récord de anotación-, pero los Nuggets cayeron ante los Suns por 129-124. El serbio deslumbró con un enorme 20 de 30 en tiros de campo a lo que añadió 4 rebotes y 11 asistencias. El resto de Nuggets no fue capaz de ayudar a Jokic salvo Jamal Murray (28 puntos y 7 asistencias). Ya lo dice Kevin Durant: "Odio cuando Jokic tira. Porque él no es nada ortodoxo y cuando lo hace piensas que va a fallar, pero luego va y la mete. Es increíble".

Y claro enfrente tuvo a dos de los anotadores más prolíficos de la Liga. Tras sus 47 puntos del tercer partido, Devin Booker volvió a lucir un nivel extraordinario y consiguió 36 puntos (con un descomunal 14 de 18 en tiros), 6 rebotes y 12 asistencias para unos Suns en los que no jugó el lesionado Chris Paul. Kevin Durant también brilló con 36 puntos (11 de 19 en tiros), 11 rebotes y 6 asistencias. Entre ambos, 72 puntos, 17 rebotes y 18 asistencias. ¡Brutal! Pero lo mejor de los Suns es que además de sus dos estrellas contaron con la aportación del banquillo. Los suplentes del equipo de Arizona son los menos anotadores de los ocho equipos supervivientes en competición y anoche anotaron 40 puntos.

Y todo con John Rahm en la grada. El golfista español vivió el momento de la noche en el Footprint Center. Un balón suelto acabó fuera de la cancha y en las manos del propietario de los Suns, Mat Ishbia. Jokic se acercó a la primera fila para coger la pelota y sacar cuanto antes, pero Ishbia la retuvo. El serbio, con gesto extrañado, empujó levemente con su codo al dueño de Phoenix que exageró antes de caer sentado en la silla sin problemas. Un espectador hizo lo propio con Jokic mientras otros fans dedicaban gritos al referente de Denver. Jokic se llevó una falta técnica y el espectador fue expulsado del estadio. Y no fue la única polémica. Con los Nuggets tres abajo a 23 segundos del final, una lucha entre dos, entre Jokic y Ayton, se resolvió con balón para los Suns después de que Ayton se apoyase con claridad en el hombro del pívot serbio y los árbitros no pitaran nada.

Y si el Suns-Nuggets fue trepidante, el cuarto partido de la serie Sixers-Celtics no se quedó atrás con prórroga incluida. Con un triple en la prórroga a falta de 19 segundos, James Harden, que brilló con 42 puntos, selló el triunfo local. La "Barba", que en el primer partido de la serie metió 45 puntos, pero que en los dos siguientes solo sumó 28 en total, aportó además 8 rebotes, 9 asistencias.

Harden estuvo acompañado por Joel Embiid, que consiguió 34 puntos y 13 rebotes. La noche fue muy especial para Harden no sólo por anotar la canasta decisiva. El mejor pasador de la primera fase invitó al pabellón a un superviviente en un tiroteo reciente en el campus de Michigan State. John Hao, el estudiante, disfrutó de la victoria de los Sixers en su silla de ruedas. Harden le prometió entradas en cuanto saliera del hospital y anoche pudo disfrutar de la victoria "sixer".