Entrevista

Scariolo: “Nuestro Eurobasket es la primera fase, luego ya veremos”

España arranca el campeonato ante Bulgaria con más de medio equipo, siete jugadores, debutando en un gran torneo. La consigna del seleccionador es competir en una nueva realidad

Sergio Scariolo, en un entrenamiento de la selección
Sergio Scariolo, en un entrenamiento de la selecciónJesús DigesAgencia EFE

Las tres veces que España ha sido campeona de Europa (2009, 2011 y 2015) Sergio Scariolo (1-4-1961, Brescia) ha estado sentado en el banquillo. El capítulo que arranca el jueves ante Bulgaria (13:30, Cuatro) nada tiene que ver con lo vivido en la edad de oro del baloncesto español de la que el seleccionador es protagonista indiscutible.

Antes del Mundial de China hablaba usted que todos debíamos ser pedagógicos para hablar de los objetivos de la selección que luego fue campeona del mundo. ¿Mantiene esa teoría?

Hay que tener muy claro que todo lo sea dar más dramatismo y generar más expectativas de las normales y realistas sólo es una fuente de sufrimiento y frustración. No necesitamos extras de este tipo. Quien conoce el baloncesto, los jugadores y el nivel de la competición sabe lo que hay. Y los profesionales somos los encargados de trasladárselo a los aficionados para que ellos luego disfruten de los campeonatos. No digo que no haya que ilusionar a la gente, pero hay que ser capaces de hacerlo mostrando cosas más allá del resultado final. Hay que buscar una manera más amplia al margen de si has metido o no un último tiro. Tenemos que ser conscientes en positivo de que vamos a ampliar la base de jugadores con experiencia en una gran competición porque esta va a ser nuestra realidad a partir de ahora. Es cierto que nos faltan muchos que podrían estar, pero no es automático que todos ellos puedan volver a estar disponibles.

¿La disminución de talento obliga a más al entrenador?

No. Nadie puede ser mejor que la mejor versión de sí mismo y eso es lo que tenemos que ser como equipo. Aquí vamos todos juntos: jugadores, Federación, cuerpo técnico... todo el mundo tiene que remar en la misma dirección y dar la mejor versión de sí mismo siempre. Que luego el objetivo esté situado en un sitio o en otro es tan evidente como casi intrascendente de cara al esfuerzo que tienes que dar porque tiene que ser el máximo siempre. Esto no es negociable, no se admiten atajos.

Así que en este torneo nada de ir de menos a más...

Es que en esto sí que algo tiene que modificarse. Cuando tu enfocas el momento de los cruces como el momento de la verdad tienes que tener una planificación diferente. Cuando te enfocas en la clasificación de la primera fase, hay una urgencia que tiene producirse antes. No hay duda. Esto tiene que variar, dentro de que cualquier buen equipo va mejorando en el transcurso de la competición. Y lo hace de una forma natural si es un equipo bien preparado, cohesionado y si la gente está seriamente comprometida para lo que está intentando hacer. A nivel de mentalización, planificación e incluso a nivel físico tenemos que ser conscientes de que nuestro campeonato es la primera fase. Luego ya veremos qué pasa después, si hay un después. Hay que competir con jugadores NBA y Euroliga y nosotros de esos jugadores con minutos de verdad en NBA y Euroliga tenemos muy pocos, poquísimos.

Nombres propios. ¿Está Juancho en condiciones de ofrecer todo lo que se le exige?

Juancho empezó la concentración en una situación complicadísima tras un año de inactividad o de una actividad muy reducida. De repente se ve proyectado en un rol que no ha tenido en su vida y el inicio fue francamente preocupante, pero aprecio el esfuerzo que ha hecho, el empeño en subir el nivel de atención y preocupación, en volver a resituarse en el baloncesto europeo... No ha tenido mucho acierto en el tiro, pero eso me preocupa menos. Ahora tiene que entender que su contribución al equipo no depende sólo de su tiro de tres puntos. En un equipo que no tiene mucho tiro de tres, está claro que bienvenido un Juancho que tire más cerca del 50 por ciento que del 30, pero puede hacer muchas cosas. Puede reducir número de errores defensivos, rebotes, gestos atléticos que están en su potencial, juego sin balón... pero no tiene que angustiarse.

¿La importancia de Willy va más allá de unos números que saltan a la vista?

Willy tiene una excelente cualidad que es la positividad, el entusiasmo y la energía que pone a diario. Su pasión por el juego es contagiosa. Ha trabajado también para mejorar sus porcentajes de tiro que al principio eran muy bajos. Está en la buena línea, pero ahora espero que sea la mejor versión de sí mismo defensivamente también porque el equipo necesita un centro de referencia para proteger el aro sin entrar en comparaciones. Cualquier equipo si quiere ser agresivo necesita un ancla y una referencia de protección del aro que él tiene que darnos.

¿Qué significa que en las ocho finales de los ocho torneos de selecciones inferiores que se han disputado este verano haya estado España?

Puedo hablar con conocimiento de causa de la parte masculina porque durante muchos años he seguido desde la dirección técnica. Las medallas se las pondría a todos los que trabajan en las canteras de los clubes. Pero es una pena que entre todos los componentes del baloncesto español haya tanta dificultad para encontrar un territorio común en el que se tomen decisiones, incluso revolucionarias, que resuelvan los problemas. Pero eso no es propio del baloncesto en general porque aquí cada uno va por su lado. Hay que buscar una forma para no desperdiciar una cuota tan alta de potencial como la que hay. Hay que facilitar la posibilidad, a quien lo merezca, de que haya más jugadores seleccionables, que encuentren su sitio en la ACB o que otras Ligas los fichen. No veo a los jugadores españoles irse al extranjero. La decisión de Juan Núñez de irse a Alemania me parece valiente e inteligente porque lo que necesita es jugar y esa tiene que ser su prioridad ahora. Tenemos un agujero negro en ese salto a la élite que sigue ahí.

En 2024 concluye su contrato con la Federación y con la Virtus...

Si tuviera una capacidad de ver a dos años vista haría alguna cosa más rentable que entrenar. Disfruto con lo que estoy haciendo. Sé que va a ser un año, empezando desde ya mismo, muy, muy complicado a nivel de selección y a nivel de club. Nunca ha habido una selección española con tantos jugadores (7 de 12) que nunca habían disputado una competición oficial de verano, una de las grandes, eso da la dimensión del concepto de recambio. El año pasado fue muy bueno a nivel de club y de selección y en este mundo, en que en un día ya se ha olvidado todo, hay que sentirse con fuerza y autoestima para afrontar retos muy complicados y yo la tengo.