Rafael Rullán Ribera (8-1-1952, Palma de Mallorca; 4-5-2025, Madrid) fue un adelantado a su tiempo. Si hubiera nacido 40 años después hubiera sido una pieza cotizadísima en el baloncesto continental. La combinación de sus 2,07 y una muñeca como el mejor de los tiradores le convirtieron en un jugador único en las décadas de los 70 y 80.

Su vida deportiva está marcada por su extensa etapa en el Real Madrid y en la selección española. Llegó a la capital procedente de su Mallorca natal tras ser descubierto en una "Operación Altura" que impulsaba la Federación Española. Pasó 18 temporadas en el primer equipo (1969-1987), debutó de la mano de Pedro Ferrándiz y con la camiseta blanca ganó 14 Ligas, 9 Copas, 3 Copas de Europa (1974, 1978 y 1980), una Recopa (1984) y 4 Copas Intercontinentales (1976-77-87 y 81). Ningún partido como la final de la Copa de Europa de 1980 ante el Maccabi simbolizó lo que era Rullán en aquel baloncesto. Anotó 27 puntos y se convirtió en una pesadilla para los macabeos. Su físico liviano y su tiro exterior le convertían en una pieza única e indefendible para la mayoría de los pívots de la época. Sin línea de tres hasta el tramo final de su carrera hubiera sido un triplista extraordinario.

El instinto de Antonio Díaz-Miguel reparó en aquel chico balear alto y delgado y le llamó la atención la capacidad que tenía para aprender toda clase de movimientos. Al lado de Clifford Luyk tuvo el maestro perfecto. Y eso le proporcionó un arsenal de variantes en ataque del que carecían en aquel tiempo los jugadores de su tamaño. "Por encima de su extraordinaria categoría en la pista, siempre fue un compañero muy querido, una persona de sentimientos nobles y corazón generoso", apunta su excompañero José Luis Llorente.

Después de dejar el Real Madrid jugó una temporada más en el Bancobao Villalba y luego regresó al club de su vida donde ejerció como delegado del equipo, responsable de la sección y de las escuelas de baloncesto en la Fundación. También fue presidente de la Asociación de Veteranos de baloncesto.

Fue 161 veces internacional entre 1971 y 1982 y participó en el primer gran éxito del baloncesto español, la plata en el Eurobasket de Barcelona 1973.