Ciclismo

Suiza

Todos miran a Valverde

«Es el jefe», dice el seleccionador, Mínguez, que también confía en Purito

Todos miran a Valverde
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«Valverde es el jefe». Javier Mínguez, el nuevo seleccionador de ciclismo, establece las jerarquías para que no suceda lo que en años anteriores, cuando varias opciones de triunfo acababan en nada porque las estrellas no eran capaces de ponerse de acuerdo. «Por el recorrido, es nuestra primera baza. Aunque a Purito también le va bastante bien», añade. Contador, Samuel Sánchez, Dani Moreno o Luis León tendrán que trabajar para ellos. De su respuesta no duda el seleccionador. «Los que más trabajan son los buenos. Los grandes corredores son los más capacitados en los momentos difíciles», asegura.

«Mínguez es muy claro para decir lo que quiere de nosotros, que es algo que hacía falta. Le conozco desde que dirigía con mi padre y me gusta su carácter. Te entra directamente, conoce bien al corredor y sabe lo que le tiene que dar y exigir a cada uno», explica el mismo Purito.

Mínguez explica el recorrido, «muy exigente», para ciclistas potentes como Peter Sagan, Cancellara o Boasson Hagen, para que repita triunfo Philippe Gilbert, o para que Nibali pueda ganar en casa. «A la última recta no llegarán más de cuatro. Con dos repechos cuando los ciclistas lleven más de 200 kilómetros, sólo responderán los mejores», advierte el seleccionador. «No somos Suiza con Cancellara o Eslovaquia con Sagan, que sólo tienen esa baza. Somos España y cada uno puede jugar su carta, pero siempre que se piense en el equipo. No creo que sea un Mundial en el que pueda irme atacando en la última vuelta. Pero tampoco va a ser un Mundial en el que lleguen veinte tíos, sino bastante roto. Si estamos unidos, podemos aprovecharlo», confirma Purito.

Todos miran a Valverde y Valverde asume la responsabilidad. «Sólo falta el oro para completar la colección», dice Alejandro Valverde. Ya ha sido segundo, en 2003, y dos veces tercero. Y asegura que se siente tan fuerte como aquella vez que estuvo tan cerca de ganar. «El recorrido es más duro de lo que pensaba. El primer puerto es más decisivo de lo que parece». Valverde llega al Mundial después de correr el Tour y la Vuelta, pero no se siente saturado. «No he hecho entrenamientos largos, no he pasado de las cuatro horas», asegura. Su única preocupación es la lluvia, aunque no la acompañará el frío. Otro factor que puede añadir dureza a un recorrido duro, de 270 kilómetros por carreteras estrechas.