Golf

El circuito saudí rompe otra barrera con el PGA Championship de Koepka

Brooks Koepka iguala a Ballesteros con cinco «majors» y estrena el palmarés en Grand Slam del LIV Golf

Rochester (United States), 21/05/2023.- Brooks Koepka of the United States holds the Wanamaker Trophy after winning the 2023 PGA Championship golf tournament at the Oak Hill Country Club in Rochester, New York, USA, 21 May 2023. (Estados Unidos, Nueva York) EFE/EPA/CJ GUNTHER
Koepka, con el trofeo de la PGACJ GUNTHERAgencia EFE

Brooks Koepka no es un activista del circuito LIV como Phil Mickelson o nuestro Sergio García, que no se contentan con jugar a cambio de paletadas de petrodólares sino que proclaman las bondades del golf patrocinado por Arabia Saudí frente al que ellos practicaban, pero su triunfo el pasado fin de semana en el neoyorkino Course of Oak Hill, sede del Campeonato de la PGA, sirve a Greg Norman para justificar su invento. El golfista de Florida, de hecho, es el único jugador estampillado con la divisa de Riad que sigue luciendo su indumentaria habitual en los torneos que disputa fuera del LIV, como el Masters de Augusta en el que terminó segundo.

Pero Norman, CEO de LIV, desea aprovechar el primer triunfo en un torneo del Grand Slam de uno de sus tránsfugas para realzar el interés, muy limitado, que hasta ahora suscita el circuito árabe. De momento, está claro que algunos de sus componentes –también Bryson DeChambeau, cuarto en el Course Oak Hill– siguen siendo competitivos al máximo nivel. Koepka, sin embargo, es mucho más que eso. Para empezar, es desde anteayer el vigésimo primer hombre en alcanzar la nada desdeñable cifra de cinco «majors» ganados, los mismos que Severiano Ballesteros. Conquistó en el estado de Nueva York su tercer campeonato de la PGA, tras los de 2018 y 2019, que deben agregarse a los dos US Opens que se adjudicó en 2017 y 2018.

Antes de la pandemia, de hecho, Brooks Koepka estaba llamado a convertirse un golfista hegemónico. Encabezó el ranking mundial durante 47 semanas no consecutivas e iba perdiendo el número uno porque le achacaban sus críticos, tal vez con razón, que solo preparaba los torneos del Grand Slam. Así lo certifica, desde luego, un palmarés de nueve títulos con cinco triunfos en «majors» y cuatro en torneos regulares. Los puristas del golf, siempre pendiente de la etiqueta, tampoco apreciaban su carácter bastante hosco y su fea costumbre de escupir constantemente durante los partidos, consecuencia de su hábito de mascar tabaco, como John Wayne en las películas de vaqueros.

El camino hacia la cima estuvo sembrado de obstáculos para el joven Brooks, sin embargo, ya que hubo de patearse los circuitos secundarios de Asia, Europa y Sudáfrica entre 2012 y 2014 para acumular los puntos que le permitieran acceder al PGA Tour, del que es miembro fijo desde febrero de 2015, cuando se impuso en el Phoenix Open siendo un perfecto desconocido. Su primera victoria como profesional fue en España, en concreto en un torneo del Challenge Tour (la segunda división del circuito europeo) que se disputó en septiembre de 2013 en el club La Graiera de Calafell (Tarragona). Allí jugaron esa semana futuros ganadores de torneos de más nivel como Adrián Otaegui o Alexander Levy, entre otros.

Cuando estaba en la cima de su arte, agosto de 2019, Koepka sufrió una grave lesión en el tendón rotuliano a raíz de un resbalón durante la disputa de un torneo. Lo que parecía, lo que fue, una tontería se convirtió en «un tormento» porque la torcedura le reflejó una lesión de cadera que requirió quirófano y la rehabilitación de esta cirugía, a su vez, le provocó la dislocación de la rótula. De hecho, los escasos periodistas que tienen acceso a su entorno familiar –un círculo muy cerrado en el que está su hermano Chase, jugador profesional de escasa entidad al que ha reclutado para el LIV– aseguran que su decisión de irse con los saudíes obedecía a sus dudas sobre si sería capaz de volver a estar a en plenitud de condiciones. Está visto que sí.