Costa de Marfil o el milagro de ganar sin entrenador

Guinea Ecuatorial quedó eliminada en octavos de final, pero Emilio Nsue sigue siendo el máximo goleador de la Copa de África. Dos de sus cinco goles los marcó en la goleada a Costa de Marfil (4-0) en el último partido de la primera fase. La Federación costamarfileña no puso soportar la humillación, se veía fuera del campeonato y no tardó en despedir al seleccionador, el francés Jean Louis Gasset, sin esperar a que terminaran todos los partidos de la primera fase.

No confiaban los dirigentes costamarfileños en que resultados como el empate a dos entre Ghana y Mozambique y la victoria de Camerún (2-3) ante Gambia después de que los gambianos se pusieran por delante en el minuto 85, les metieran en octavos de final como el peor de los cuatro mejores terceros.

Llegó a los cruces con dos derrotas en la primera fase y sin entrenador. Para ocupar el banquillo pidieron a la Federación francesa que liberara a Hervé Renard, actual seleccionador femenino francés y con un largo recorrido en África y Asia que le llevó a ganar la Copa de África con Zambia y con Costa de Marfil y a ser el único entrenador que derrotó a Argentina en el Mundial de Qatar al mando de Arabia Saudí. Francia se negó y Costa de Marfil encontró una solución en Emerse Fae, un antiguo internacional de 39 años sin experiencia en los banquillos profesionales. Hasta ahora solo había dirigido a los juveniles del Niza y al filial del Clermont, que juega en la quinta división francesa.

Fae ha conseguido enderezar una selección que se tambaleaba y después de derrotar a Senegal, la vigente campeona, por penaltis en los octavos de final, superó a Malí en cuartos y a la República Democrática del Congo (1-0) en semifinales. Para que el cuento estuviera completo, el gol al Congo lo marcó Sebastian Haller.

El futbolista del Borussia Dortmund es un ejemplo del compromiso con la selección marfileña. Jugó con todas las selecciones francesas en las categorías inferiores, pero eligió defender la camiseta del país de su madre en categoría absoluta.

Por el camino ha superado un cáncer testicular que le tuvo parado en 2022. Haller no pudo jugar en la primera fase por lesión. El que marcó al Congo es su único gol en este campeonato. Con el Dortmund no ha tenido mucho más acierto, solo ha conseguido dos goles en la Copa contra el Schott Mainz, un equipo de Cuarta División.

Las leyendas se escriben así. Pero para completar esta, Costa de Marfil debe superar en la final a Nigeria, un rival contra el que ya perdió en la fase de grupos (1-0) y al que dirige el portugués José Peseiro, el antiguo ayudante de Queiroz en el Real Madrid. «Ahora será otro partido», dice.