Waterpolo

España y el desafío de un triplete histórico

La selección de waterpolo afronta el Mundial de Doha tres semanas después de haber sido campeona de Europa

Blai Mallarach, uno de los mejores cañoneros españoles
Blai Mallarach, uno de los mejores cañoneros españolesCRISTIAN MESTRESEuropa Press

Tres semanas después de proclamarse por primera vez campeona de Europa, Españabusca en Doha su cuarto título mundial. Los anteriores llegaron en Perth (1998) y Fukuoka (2001) de la mano de un equipo legendario y en Budapest (2022) de la mano de un bloque que está camino de serlo. El grupo de David Martín lleva años peleando por todo. Su regularidad en la élite desde 2018 es extraordinaria: siete años y siete medallas. España fue plata en el Europeo de 2018 y en el Mundial de 2019; plata en el Europeo de 2020, campeona del mundo en 2022 y bronce en el Europeo de ese año; bronce en el Mundial de 2023 y oro en el Europeo hace tres semanas. El sueño del triplete en 2024 está ahí.

El primer objetivo de España es la clasificación directa para cuartos y así evitar el cruce previo. Está encuadrada en el Grupo A y se jugará el primer puesto con Croacia, su víctima en la reciente final del Europeo en Zagreb. Sudáfrica y Australia completan la primera fase. Las amenazas son las mismas que en los últimos campeonatos: Croacia, Montenegro, Serbia, Grecia, Italia y Hungría. Además, los tres balcánicos e Italia se están jugando el billete para París.

El combinado femenino comenzó el torneo con una victoria contundente ante China (5-18) con Paula Crespí, con cuatro goles, como máxima realizadora. España se jugará con Grecia la primera plaza del grupo mañana. En la semifinal del pasado Europeo, las de Miki Oca se impusieron por 13-5.

Bronce en trampolín de 3 metros

Adrián Abadía y Nico García Boissier han hecho historia al colgarse la primera medalla mundialista de los saltos españoles. Ha sido en el trampolín 3 metros sincronizado, en Doha y con el premio añadido de la clasificación para los Juegos de París. Los saltos de trampolín, una especialidad menor en el panorama español, han vivido este domingo su día de gloria con un balear (Adrián Abadía) y un canario (Nico García Boissier). A pesar de que su gama de saltos no está a la altura de los mejores, el diseño de la prueba, sin eliminatoria, y con 27 parejas en liza, les favoreció. Saltaron como sabían y el error de los mexicanos les llevó al podio por detrás de los inalcanzables chinos y los italianos. Adrián y Nico han reescrito la historia de los saltos en España, una historia que se ha ido cocinando desde enero de 2022, cuando apareció en escena el italiano Domenico Rinaldi como director técnico y todo empezó a tener sentido. «Cambiamos de aires, Adri y yo. Nos fuimos a Madrid a cumplir este proyecto, el 15 de mayo nos fuimos para allá y hasta el 4 de febrero estamos juntos, vivimos juntos. Al final nos hemos sincronizado», aseguró Nico a Efe. «Veníamos a intentar conseguir la plaza olímpica y la medalla ha sido un extra. Haberlo conseguido, habiéndonos mudado a Madrid, dejando muchísimas cosas de lado, tiene muchísimo valor», afirma el canario. La pareja llegaba a Doha con el sueño de lograr el billete a París. Lo han conseguido con el añadido de un bronce mundialista.