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Esperando a Marcelo

El lateral brasileño aún no está en su mejor momento de forma. Tras doce años en el club y como segundo capitán, su presencia en la banda izquierda es imprescindible.

Marcelo, en el centro del grupo de la sesión del Real Madrid antes del partido de hoy
Marcelo, en el centro del grupo de la sesión del Real Madrid antes del partido de hoylarazon

El lateral brasileño aún no está en su mejor momento de forma. Tras doce años en el club y como segundo capitán, su presencia en la banda izquierda es imprescindible.

Contra el Rayo Vallecano, en el último partido disputado por el Madrid, Marcelo fue el octavo futbolista del conjunto blanco en número de pases. Es una estadística extraña, porque después de los centrocampistas, él suele ser el jugador que más en contacto entra con la pelota. A veces, incluso, por delante de ellos. Porque es a quien primero se busca cuando el equipo se va al ataque para encontrar un camino por la banda izquierda y también es al que se recurre cuando hay que sacar la pelota. En uno de los vídeos que los medios oficiales del club han compartido desde Emiratos Árabes estos días se ve al lateral brasileño dando toques a una pelota de tenis descalzo, sin que se le caiga y posándosela en la cabeza mientras tiene en la mano izquierda una pieza de fruta y detrás dos compañeros suyos son tratados por los fisios. «Magic», escribía el Twitter del Real Madrid acerca de uno de sus futbolistas con más talento en el primer equipo.

Sin embargo, contra el Rayo, fue Carvajal el jugador que más pases dio. Es decir, el Real Madrid se volcó descaradamente por la banda derecha. El 45 por ciento de los ataques llegaron por allí. Quizá porque estaba también Lucas Vázquez y con su trabajo y su esfuerzo constante casi obliga a que el equipo se incline hacia ese lado. O quizá porque Marcelo aún no está para equilibrar el ataque y hacer de la banda izquierda una zona de ataque tan peligrosa como antes. Las bandas son fundamentales en el juego del campeón de Europa durante los últimos años, le dan profundidad y abren el campo para que por dentro se muevan Modric y Kroos. Sin Marcelo a tope físicamente, el equipo se queda casi cojo.

Dentro del club se considera que el brasileño cogerá la forma con minutos en partidos oficiales, mucho más que en entrenamientos. Por eso y porque Reguilón también ha estado lesionado, Marcelo ha estado jugando pese a que aún no parece en plenitud física. Por ejemplo, participó en el choque contra el CSKA, pese a que no se jugaban nada los blancos. Reguilón le sustituyó bien en anteriores partidos y parecía una de las mejores noticias del Madrid esta temporada: por fin un futbolista que puede hacer que el brasileño descanse. Pero como se pusieron de baja casi al mismo tiempo, la vuelta de Marcelo o por lo menos los minutos que está disputando después de lesionarse puede que sean más de los previstos.

Lleva doce años, es el segundo capitán, el que habla tras las derrotas o si no lo hace Ramos, antes de los encuentros importantes como el de hoy. «No pienso en lo individual, el colectivo está por encima. La clave es el equipo que tenemos, la unión, somos una familia, somos amigos dentro y fuera del campo y eso se nota», decía, por ejemplo, ayer. A falta de ver si Solari va a poder contar con Bale y comprobar si apuesta por Isco porque tampoco Asensio parece estar a tope, no hay duda de que Marcelo va a ser el futbolista que va a ocupar la banda izquierda. El Madrid le necesita y espera que su mejor cara ya aparezca hoy.

El plan del Kashima: la defensa

El Kashima busca motivos para la esperanza. Hace dos años, en la final, le puso las cosas muy difíciles al Real Madrid, por ejemplo; o la derrota de ayer del River, que demuestra que en el fútbol no siempre ganan los mejores; o tener suerte: «En el partido necesitamos una defensa sólida y en eso es en lo que estamos centrados. La idea es intentar no encajar goles en errores innecesarios y luego el partido nos dará alguna oportunidad», decía ayer Go Oiowa, el entrenador del conjunto japonés. Solari definió a su rival de hoy como un grupo «con más experiencia que hace dos años». «Es un equipo rápido, dinámico, que juega un fútbol directo y con delanteros veloces. Será un digno rival», aseguró.