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Así fue el simulacro de carrera en Spa-Francorchamps

La lluvia y la escasa visibilidad en el circuito belga provocaron un simulacro de carrera de una vuelta. Ganó Max Verstappen

El coche de seguridad lidera a los coches de F-1 en el circuito de Spa-Francorchamps
El coche de seguridad lidera a los coches de F-1 en el circuito de Spa-FrancorchampsSTEPHANIE LECOCQEFE

Lo que prometía ser la madre de todas las carreras en el siempre imprevisible circuito de Spa-Francorchamps terminó convirtiéndose en un espectáculo bochornoso. La pista, situada en plenas Ardenas, amaneció con lluvia y nubes muy bajas. Nada que no dijeran antes los radares meteorológicos. Todos daban por hecho que las condiciones de agua serían las de carrera, pero nadie contaba contaba que se diera una situación tan extrema.

Lluvia y falta de visibilidad

La intensa lluvia y, sobre todo, la falta de visibilidad impidieron que la carrera se disputara con normalidad. El Gran Premio de Bélgica estaba programado para arrancar a las 15:00 y después de varios aplazamientos con los coches parados en la parrilla de salida a la espera de que las condiciones de la pista mejoraran la organización intentó poner en marcha la competición. Los monoplazas rodaron detrás del coche de seguridad durante varias vueltas con la esperanza de que varios giros después comenzara la prueba. Pero resultó imposible. No sólo la pista estaba en malas condiciones con ríos bajando por la «montaña rusa» que este circuito. Lo peor era la falta de visibilidad, algo muy peligroso para los pilotos.

Nervios

La estela de agua que levantaban los coches (y eso que rodaban a baja velocidad) hacía inviable el comienzo de la prueba. Los nervios en la organización empezaron a cundir. Había muchos intereses en juego, mucho dinero, las televisiones no estaban ofreciendo el espectáculo prometido y en las gradas, a pesar de la intensa lluvia, no se movía nadie.

¿Qué dice el reglamento?

La normativa de la F-1 especifica que, una vez empezada una carrera, la duración no puede superar las tres horas en caso de que haya interrupciones por accidente o por motivos de seguridad como era el caso. Los pilotos esperaron en boxes durante algo mas de dos horas y, de nuevo, la FIA lo volvió a intentar. Inició el procedimiento de salida con el coche de seguridad por delante para que los monoplazas rodaran, vieran las condiciones y los pilotos dijeran por radio sus sensaciones. Nadie dijo que era posible correr excepto Verstappen, que iba primero sólo por detrás del «Safety car» y no tenía la estela de agua que sufrían sus rivales. Tal y como manda el reglamento, las vueltas completadas con la carrera neutralizada cuentan como competición y minutos después de las 18:30 los jueces decidieron suspender la carrera por motivos de seguridad. No sólo por la falta de visibilidad en pista, sino también por la imposibilidad de que el helicóptero médico pudiera volar hacia un hospital en caso de que hubiera algún accidente grave.

La mitad de los puntos

Al no completar el 70 por ciento de la distancia se repartieron la mitad de los puntos. «Ganó» Verstappen gracias a la «pole» conseguida el sábado por delante de Russell y Hamilton. Tiene mérito Russell porque consiguió un podio con el peor coche de la parrilla. Pero los gestos y los saltos de victoria le sobraron en una vergonzosa ceremonia de podio que no tenía sentido porque realmente no hubo carrera.