F-1

Alonso promete emociones fuertes en el GP de Hungría

El piloto asturiano cumple el viernes 40 años y lo hará en el circuito en el que en 2003 logró su primera victoria en la F-1

Fernando Alonso y su Alpine F1 A522
Fernando Alonso y su Alpine F1 A522AFP7 vía Europa PressAFP7 vía Europa Press

A dos días de cumplir 40 años, Fernando Alonso llega al Gran Premio de Hungría convencido de que puede ser la mejor carrera de la temporada. El piloto de Alpine considera que en el circuito de Hungaroring, próximo a Budapest y donde en 2003 logró su primera victoria, es el escenario que “realmente se adapta” a los recursos de su coche. “Creo que llegamos al circuito que realmente se adapta a nuestros recursos. Por supuesto, también pasó el año pasado, con la primera victoria de Alpine”, señala Alonso al recordar el triunfo de su compañero, el francés Esteban Ocon.

“La carrera también suele caer en torno a mi cumpleaños, así que es un buen fin de semana para mí, con muchos recuerdos, y es difícil elegir uno. Es una pista divertida y un verdadero reto como piloto”, agrega el español, que cumple 40 años el 29 de julio.

Al recordar el Gran Premio de Francia de la pasada semana, en el que acabó sexto, Alonso señala: “Fue un buen domingo para nosotros después de un fin de semana difícil. Nos costó bastante encontrar la configuración adecuada durante los entrenamientos y no estuvimos muy contentos con el equilibrio hasta justo antes de la sesión de clasificación”. “Sin embargo, demostramos que cuando podemos tener un fin de semana limpio, aspirar a las siete primeras posiciones es un objetivo muy realista para nosotros, ya que nos sentimos bastante cómodos en la carrera”, afirma.

“En Budapest fue donde conseguí mi primera victoria en la Fórmula Uno. Teníamos un buen coche ese año y estábamos construyendo algo muy fuerte para los próximos años. Pero no esperábamos una victoria ese año”, recuerda el asturiano, dos veces campeón del mundo.

Un clásico en el calendario

El Gran Premio de Hungría, el decimotercero del año, es un clásico del Mundial de F-1 y supuso toda revolución, cuando, en 1986 se convirtió en el primer escenario del antiguo bloque comunista en albergar una carrera de la categoría reina. ¿Fórmula Uno al otro lado del telón de acero? Prácticamente inimaginable, tan sólo un par de años antes de que el circuito del extrarradio de la capital húngara acogiese, un 10 de agosto, la undécima de las 16 carreras de ese año.

Pero pocas cosas se le antojaban imposibles a Bernie Ecclestone, el genio que ideó y desarrolló todo este monumental espectáculo deportivo derivado en multimillonario negocio que durante varios decenios fue de su propiedad. Mucho antes de que se acuñase el término globalización, el ex piloto, ex jefe de equipo y empresario británico se adelantó una vez más a sus tiempos, al dar un nuevo paso en la universalización de la F-1: penetrando en el anteriormente impermeable territorio de los países que conformaban el desaparecido Pacto de Varsovia.

El debut húngaro se lo adjudicó Nelson Piquet, el padre de ‘Nelsinho’ -ex piloto de F-1, compañero de Alonso y ganador de la Fórmula E, el campeonato eléctrico: inimaginable también hace 36 años- y de Kelly Piquet, habitualmente presente en los circuitos junto al actual campeón y líder de la categoría reina, el neerlandés Max Verstappen (Red Bull).

Nelson ganó el 10 de agosto de 1986 por delante de otro triple campeón mundial brasileño, el malogrado Ayrton Senna, y del inglés Nigel Mansell -que se coronaría en 1992-. En una pista que entonces era de 4.014 metros (ahora es de 4.381) y en la que el francés Alain Prost, que ese año acabaría revalidando título -la segunda de sus cuatro coronas-, se accidentó y abandonó. Piquet repitió victoria un año más tarde, pero Ayrton lo mejoraría en 1992, al ganar por tercera vez en un país que en la actualidad poco tiene que ver ya con el comunismo. Y en cuyas estadísticas también cuentan dos éxitos otros cuatro campeones del mundo: el inglés Damon Hill, el canadiense Jacques Villeneuve, el (doble coronado) finlandés Mika Hakkinen y el (cuádruple laureado) alemán Sebastian Vettel.

A Senna lo superó en 2004, con su cuarto triunfo en el Hungaroring, el siete veces campeón mundial alemán Michael Schumacher, cuyo récord de títulos en la F-1 igualó hace dos años el inglés Lewis Hamilton, que acabaría batiendo numerosas plusmarcas (que otrora parecían inalcanzables) del ”Kaiser”. Entre ellas, la de victorias en Hungría, donde el espectacular y excéntrico campeón de Stevenage -103 triunfos y otras tantas “poles”- logró hace dos años su octavo éxito, en uno de sus circuitos talismán.