Fórmula Uno
La depresión invade a Ferrari, Leclerc y Hamilton
La falta de resultados tiene sumida a la "Scuderia" en una crisis permanente. El monegasco se está planteando la salida y el siete veces campeón del mundo no se ha adaptado
Apenas se llevan disputadas nueve de las 24 carreras que conforman este curso el calendario de la Fórmula Uno y ya hay un equipo señalado por una seria crisis que salpica varios de sus frentes. En Ferrari las bofetadas van y vienen y el rendimiento de la escudería italiana está seriamente cuestionado. La paciencia es algo que no entienden en Maranello y después de cargarse el proyecto que tuvo a Mattia Binotto al frente, que llevaba una línea ascendente y estaba cambiando las cosas, aunque no a la velocidad deseada por los responsables, casi dos años después, las cosas están igual o incluso peor.
Llegó Frédéric Vasseur para sustituirle y fue el francés el que urdió la operación de fichar a Lewis Hamilton, que sigue ofreciendo síntomas de no adaptarse a la escudería, en detrimento de Carlos Sainz, que estaba a un paso de la renovación. El rendimiento del inglés no ha mejorado al del español y su sueldo es bastante más elevado que el del madrileño.
La temporada pasada Ferrari no dio ningún síntoma de mejora y en lo que lleva de 2025 sus pilotos han quedado ya fuera de la lucha por el título. En el Mundial de Constructores, aunque son segundos, están ya a años luz de McLaren. Como era de esperar, este año, último con el reglamento actual, los equipos están tirando con lo que tienen a la esperar de invertir todos sus recursos en el coche del próximo curso. Sin embargo, en Maranello ya se han multiplicado los nervios.
Algo debe sospechar, por ejemplo, el entorno de Charles Leclerc para que en las últimas semanas haya surgido el rumor sobre una posible marcha de Ferrari para ir a Mercedes o, incluso, a Red Bull. Todo depende de lo que haga Max Verstappen, que en 2026 se enfrentará a un monoplaza que no ha sido diseñado por Adrian Newey, al margen de las dudas que puede representar la llegada de un motorista como es Ford, ya que Honda se marcha a Aston Martin. El neerlandés podría esperar a 2027 para dar el salto a otro equipo para asumir menos riesgos tras comprobar el rendimiento de cada equipo con la nueva reglamentación técnica. Si el vigente campeón optara por irse a Mercedes o Aston Martin, Leclerc, y Russell tendrían la oportunidad de moverse de estructura.
En el caso del monegasco, que fue fichado por Ferrari desde las categorías inferiores, sería poner fin a una historia de amor con los «tifosi», que le apodaron «El elegido» para devolver a la «Scuderia» al lugar que merece. Pero el caso es que no ganan un título desde 2008. Se acercan peligrosamente a los 20 años de sequía, la misma de la que venían cuando Schumacher protagonizó aquella época dorada desde 2000 a 2004. Lo que resulta increíble es que multinacionales tan fuertes como pueden ser Ferrari o Mercedes se vean superadas por proyectos que no cuentan con tanto apoyo financiero ni tecnológico como son McLaren o Red Bull, que no pertenecen a ninguna corporación a pesar de tener detrás grandes fondos de inversión. El mito de Ferrari en la F-1, poco a poco, se apaga.