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La decadencia de Atlético y Barça

Simeone gestiona mejor la escasez que el superávit de recursos

Simeone, en la banda del Metropolitano
Simeone, en la banda del MetropolitanoSERGIO PEREZREUTERS

No ha terminado el sacrosanto puente de diciembre y la Liga ya está decidida. Esto no es la coña de si este «se acuesta líder» o el otro «merienda en Champions». Que no ha terminado el año y esto ya está visto. A Tebas le debería preocupar tanto esta resolución prematura como el plan de financiación que proponen Real Madrid, Barcelona y Athletic y que puede tumbar el suyo. Poniéndonos en lo peor, como el Madrid se descuide llega la primavera y ya me veo comprando camisetas del Chelsea, del City o del Bayern para que la Champions tenga algún sentido. Lo del Atlético y el Barça no lo mejora ni la decadencia de Ciudadanos.

Lo complicado no es mantenerse si no reinventarse. Simeone, por ahora, está suspendiendo esa asignatura. El argentino gestiona mejor la escasez que el superávit de recursos. Lo que antes era un fortín ahora es más frágil que el castillo de los clicks en manos de mi hija. El instinto asesino de los rojiblancos ha desaparecido como los Panettones de El Corte Inglés. El éxito del Panettone es la derrota del Roscón de Reyes. Igual que el bao mató al bocata de calamares y los dumplings acabaron con las empanadillas. Al menos resiste el torrezno.

El Atlético de Almudena Grandes era otra cosa. Al menor síntoma de debilidad del otro lo reventaba. Sin contemplaciones, cero espíritu navideño. El Atlético sólo puede empezar a reconciliarse consigo mismo si da señales de vida en el Bernabéu. Acabar el derbi a trece puntos del Madrid y condenado a la Europa League o, ¿casi mejor?, fuera de Europa sería una sensación similar a la que se vive desde hace meses en Les Corts.

Lo del Barça es un guantazo de realidad tras otro. Lo último, lo del Betis. ¿Lo siguiente? Lo del frente oriental de la Segunda Guerra Mundial puede ser una broma comparado con la que se avecina en Múnich. El 2-8 de Lisboa fue la grieta que impidió disimular que aquello se venía abajo. Han pasado 16 meses y las cosas que han cambiado en el Barça no han sido menores. Con nuevo presidente, con nuevo entrenador, sin Messi... la reinvención por ahora no ha funcionado. El Madrid aquí también va por delante. El estadio, Vinicius, Ancelotti... si en Donosti funcionó hasta Jovic.