El Rayo disputará una semifinal de Copa cuarenta años después

Cuarenta años ha tardado Vallecas en volver a ver una semifinal de Copa. Cuatro decenios de ver las últimas rondas como espectador que se cortaron con una carrera de Álvaro García y un gol de Trejo. Dos elementos básicos en el juego del equipo de Iraola. Entre medias, un recorte de Álvaro que se comió Franco Russo y el penalti del central del Mallorca por arrollar al delantero vallecano.

No hacía falta mucho más para desequilibrar un partido demasiado espeso en el que a los dos equipos les costaba llegar a la portería contraria. Sólo lo había hecho el Mallorca en un gol de Ángel que fue anulado por posición adelantada.

Se liberó el Rayo con el gol, animado por la posibilidad de verse en las semifinales de la Copa. Guardiola estuvo cerca de marcar en un remate de cabeza que despejó Sergio Rico en su regreso al fútbol español. Isi también estuvo cerca de marcar en un remate que se le escapó por poco.

No tenía continuidad el juego del Rayo, acostumbrado a generar peligro por los extremos. No tenía muchas oportunidades Isi en el costado derecho y Álvaro echaba de menos a Fran García, su habitual compañero en el lado izquierdo.

El dominio, aun así, era del Rayo, que tenía más fe en que su camino puede estar en la Copa. Al Mallorca le preocupa más sobrevivir en Primera y escapar del descenso. Pero eso no le impidió buscar la igualada especialmente en los balones aéreos, donde confiaba en el físico de Muriqi, el jugador kosovar llegado el lunes desde la Lazio, y del estadounidense Hoppe, que entró en el campo en la segunda mitad.

Pero el Rayo siempre estaba más cerca del gol. Especialmente en un disparo directo de Bebé en una falta escorada desde la izquierda. No tiene vergüenza ni miedo el futbolista portugués a la hora de exhibir su potencia de disparo. Volvió a estar cerca del gol poco después, con el tiempo ya cumplido, pero se quedó sin ángulo después de regatear a Sergio Rico en su salida.

Iraola, que ya había alcanzado una semifinal de Copa con el Mirandés, fue reservando futbolistas. Sacó a Comensaña y Trejo del campo e hizo debutar a Sylla, su único fichaje en el mercado de invierno.

Pudo terminar más tranquilo el Rayo si el remate de Nteka hubiera ido a portería en lugar de al poste. Pero no nació la franja para vivir tranquila. Las celebraciones por el paso a semifinales de la Copa se mezclaban con las reivindicaciones de la afición para que el club destituya a Carlos Santiso, el entrenador del equipo femenino por sus comentarios alentando a una violación en grupo.

Santiso sigue, pero el Rayo también. Y hoy se permite ser feliz. Desde el año 82 no estaba en una semifinal de Copa. Fue su única vez. Un recuerdo inexistente para la actual plantilla y para muchos aficionados. Y muy lejano para otros. Vallecas sigue dispuesta a hacer historia. Gracias a la carrera de Álvaro y al acierto de Trejo en el penalti.