Escocia-Ucrania

El espíritu de Yaremchuk

Ucrania se enfrenta a Escocia en la semifinal del playoff para ir al Mundial de Catar. El ganador se jugará la clasificación contra Gales

Ucrania celebra un gol de Roman Yaremchuk en el amistoso contra el Empoli.
Ucrania celebra un gol de Roman Yaremchuk en el amistoso contra el Empoli.Marco Bucco/Agencia AP

El 24 de febrero la vida se paró en Ucrania. Desde entonces, la única preocupación de los ucranianos que permanecen en el país es sobrevivir a la invasión ordenada por el presidente de Rusia, Vladimir Putin. Todo lo demás sobra. El fútbol también. El 24 de marzo, la selección ucraniana tenía que disputar contra Escocia la semifinal del playoff de clasificación para el Mundial de Catar. El encuentro se aplazó y esa eliminatoria se resolverá este miércoles en Glasgow (20:45 h.). El ganador se jugará la clasificación contra Gales en Cardiff el domingo 5 de junio.

Los jugadores del Shakhtar Donetsk, Dinamo de Kiev y Dnipro que integran la selección fueron dispensados por las autoridades y se les permitió abandonar el país. Han pasado el último mes concentrados en Brdo (Eslovenia). Alejados del horror de la guerra, pero con el corazón junto a sus compatriotas. En los últimos días se fueron incorporando las grandes estrellas del equipo, según finalizaban las principales ligas europeas.

Uno de esos futbolistas es Roman Yaremchuk, delantero del Benfica. Tres días después de comenzar la invasión no pudo contener las lágrimas al saltar al campo contra el Vitoria Guimaraes y recibir la ovación del público puesto en pie. “Mis amigos luchan en Ucrania, mi gente lucha en Ucrania y yo necesito luchar aquí. No puedo luchar allí, pero puedo luchar aquí en el campo”, declaró después. Con ese espíritu de Yaremchuk, con la mentalidad de pelear por su país con un balón y no con un arma, afronta Ucrania el duelo contra Escocia para intentar llegar al segundo Mundial de su historia. Solo se ha clasificado para el de Alemania 2006.

El reto se antoja más anímico que futbolístico. El bloque que entrena Olexandr Petrakov, que intentó unirse al ejército cuando comenzó la invasión, es mejor, pero es un combinado muy golpeado mentalmente, que lleva casi 100 días sufriendo el horror de la guerra y con muchos jugadores que no disputan un partido oficial desde diciembre. La Liga ucraniana se detuvo a finales del pasado año por el parón invernal y la invasión de Rusia ha impedido que se reanude. En este tiempo, Ucrania solo ha jugado tres amistosos contra el Borussia Mönchengladbach, Empoli y Rijeka.

La semana pasada, la selección recibió la visita de 150 niños ucranianos que tuvieron que abandonar el país por la invasión rusa. Un refuerzo moral de valor incalculable para unos futbolistas que no dejan de recibir mensajes de apoyo de sus compatriotas, incluidos los soldados que están en el frente. El centrocampista Taras Stepanenko, del Shakhtar, aseguró que jugarán con el corazón y con el alma para responder a ese apoyo. “La moral de los jugadores está por las nubes. No hay necesidad de influir en ellos, de decir nada”, señaló el técnico Petrakov.

Yaremchuk, Zinchenko (Manchester City), Yarmolenko (West Ham) y Malinovskyi (Atalanta) soportarán gran parte del peso de su selección ante una Escocia en la que sobresale Robertson (Liverpool) y que no se clasifica para un Mundial desde Francia ‘98. La difícil situación que vive Ucrania ha llevado a Graeme Souness, una de las grandes leyendas de Escocia, a desear su clasificación: “No solo quiero que Ucrania se clasifique, quiero que vayan allí y lo ganen. Más importante que el fútbol es enviar un mensaje de que el comportamiento de Rusia es inaceptable”. Recurriendo a una frase de Jorge Valdano, para los ucranianos el fútbol volverá a ser este miércoles lo más importante de las cosas menos importantes de la vida.