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El Atlético se hunde en Vitoria

Un gol de Laguardia al rematar un córner en los primeros minutos fue irreversible para el campeón en Mendizorroza

Laguardia remata el único gol del partido
Laguardia remata el único gol del partidoAlvaro BarrientosAP

Hay días en los que el Atlético no se reconoce. Días en que la defensa se deshace desde el primer momento a partir de uno de sus pilares más sólidos la temporada pasada. Días en los que Savic se despista y permite que Laguardia remate solo un córner en el comienzo del partido. Y todo ya se pone cuesta arriba para el campeón.

El Alavés se puso por delante en el minuto cuatro de partido y de repente se le olvidó que era el último de la Liga, que no había ganado ningún partido todavía, que su entrenador estaba más que discutido y que enfrente tenía al campeón, invicto aún y con el técnico más longevo del campeonato.

Todo eso da igual cuando uno de los equipos sabe lo que quiere y cómo hacerlo y el otro vive en la indefinición. El Atlético pelea contra su naturaleza, tiene jugadores para ser mejor de lo que fue, pero cada paso adelante suena en la cabeza de los jugadores como un paso hacia al abismo, hacia el lugar donde se acaban las certezas y asaltan las dudas.

Da igual que esté en el campo Luis Suárez, el delantero que dio la vuelta al partido con su acierto en el remate esta misma semana en Getafe. El «9» no remata si los balones no llegan hasta allí.

Y al Atlético le cuesta llevarlos al área. No era cuestión de bajas, no es que el centro del campo estuviera desaparecido por las lesiones, como le sucedía entre semana. Faltaban Koke y Lemar, pero estaban Llorente, Kondogbia y De Paul, uno de los fichajes de esta temporada. Pero algo no acaba de funcionar en el equipo de Simeone. No hizo trabajar a Pacheco, el portero del Alavés, hasta el minuto 69 del partido, en un disparo de Correa, que había comenzado en el banquillo.

Hasta entonces todo habían sido llegadas sin acierto. Griezmann no termina de encontrar su sitio, como si hubiera llegado a un planeta distinto al que dejó cuando se marchó al Barcelona. Aunque a lo mejor es él el que ha cambiado. No tiene la presencia en el juego ni la llegada que demostró en su primera etapa como rojiblanco.

El francés desaparece por momentos y la presencia en ataque del Atlético se diluye, aunque el Cholo intentó solucionarlo con Correa y con Matheus Cunha em el campo. Pero las mejores ocasiones eran para el Alavés, que siempre estuvo más cerca de marcar el segundo que el Atlético de igualar el partido.

Con los rojiblancos volcados en busca del segundo, el Alavés se acercaba con más peligro en la segunda mitad. Primero Loum y después Pina desperdiciaron la oportunidad de liquidar al campeón sin esperar al final. Y en las dos jugadas estuvo implicado Felipe, un agujero por el que se colaba el agua en la área de Oblak.Remataron solos, sin oposición, pero a los dos se les marchó la pelota por encima del larguero ante la desesperación de Oblak.

El Alavés no tenía esos problemas en defensa. Laguardia, además de marcar el único tanto del partido, sostenía al equipo desde atrás. Estaba igual de atento en su área que en la contraria y sacó de la línea de gol un balón que había puesto De Paul en el área de pelota parada. El argentino sacó una falta desde el costado derecho y nadie la tocó, ni portero ni defensas ni delanteros hasta que el capitán del Alavés apareció para sacarla de allí con la cabeza. En Laguardia empezaba y terminaba la resistencia del Alavés. Y algo más. Loum, por delante de la defensa, era su mejor ayuda. Con un derroche físico agotador abarcaba todo el centro del campo, aunque después no estuvo acertado en el remate cuando tuvo ocasión.

El Atlético terminó buscando el empate de manera desesperada, esperando que le funcionara como en Getafe. Pero nada era lo mismo y aunque acabara con cuatro delanteros en el campo no era suficiente. La remontada en el Alfonso Pérez ha resultado ser una anomalía en el comportamiento después de dos empates a cero consecutivos.

Es la tercera vez en los últimos cuatro encuentros que los rojiblancos son incapaces de marcar un gol. Y cuando han ganado lo han hecho por una diferencia mínima. El gol se le sigue resistiendo al Atlético antes de comenzar la semana más comprometida desde que comenzó la temporada. El martes le espera el Milan y el sábado recibe al Barcelona en el Metropolitano. Mientras, sigue dando vueltas sin encontrar el gol.

El Alavés encontró uno y el tanto de Laguardia acabó siendo irreversible para el Atlético.