
Opinión
El pasotismo de Simeone
La gestión de las emociones debe ser cosa de los propios futbolistas, porque desde luego el técnico...

El Atlético visitaba Vigo con el ánimo por las nubes después de la imagen de los últimos tres partidos, con goleada y baño incluidos al eterno rival, pero, como se podía esperar, los de Simeone muestran una cara muy distinta cuando juegan fuera de casa. Se recuperó la defensa de cinco dejando de lado lo que tan bien había funcionado, se dejó de ser ambicioso apretando arriba y se dejó de mandar con el balón en campo contrario. Una vez más, el Atlético prefirió replegarse y buscar algún contragolpe sin aprovechar la dinámica de ilusión que se había generado en el equipo. Aún así, un gol en propia puerta del Celta en el minuto seis ponía las cosas muy de cara para los rojiblancos, pero adelantarse en el marcador esta temporada significa entre poco y nada. Se demostró una vez más que la capacidad para defender el resultado es nula.
Más aún cuando pretendes defender con casi todo el equipo en la frontal de tu área, viendo con nostalgia la primera época del Cholo, de la que ha llovido mucho ya, aunque alguno se niegue a aceptar el paso del tiempo. El saldo global fue de un tiro en el primer tiempo, en una incorporación de Hancko, y a pedir la hora en el segundo. Se firmó con alegría un empate que no vale de absolutamente nada si pretendes pelear por el título, pero que hizo al entrenador argentino muy feliz porque recorta un punto al Villarreal, supongo.
En fin, un día más en la oficina en el que la excusa será que Lenglet fue expulsado antes del descanso injustamente, cosa muy cierta por otro lado. Mención aparte merece la actitud de Simeone con Javi Galán. El chico salió en el descanso desde el banquillo y fue sustituido cuando llevaba 29 minutos en el campo siendo absolutamente ignorado por el entrenador cuando le obligaron a sentarse de nuevo en el banquillo. La gestión de las emociones debe ser cosa de los propios futbolistas, porque desde luego Simeone pasa.
✕
Accede a tu cuenta para comentar