Bale luce en un día raro

En el Santiago Bernabéu vivimos un partido extraño, con alternativas y gran emoción en la primera media hora. El Rayo consiguió voltear el tanto inicial de Danilo por medio de Amaya y Jozabed. Los de Vallecas tomaron la delantera en el marcador y eso provocó que el respetable mostrara su malestar hacia el banquillo, los jugadores y el palco. Todo lo parecía tener de cara un atrevido y valiente equipo de Paco Jémez, pero una temeraria e imprudente entrada de Tito a Kroos acabó con el vallecano en el vestuario. Y ahí se esfumaron las aspiraciones rayistas de pescar en el río revuelto de Concha Espina.

- Que no se quejen

Fue una roja justa a la que siguió la expulsión de Baena. Fue una acción muy discutida por los vallecanos, pero que no se quejen de las dos expulsiones reglamento en mano... Desde entonces los franjirrojos fueron un juguete en manos del Madrid, que aprovechó para hacer sangre (con deportividad) de un equipo diezmado. Y en medio del festín merengue en partido tan extraño, emergió Bale. El galés, con un póker de goles, demostró que con espacios (ayer lógicos por la inferioridad del rival) y su velocidad es un jugador imparable y desequilibrante.

- Así sí, Gareth

Bale estuvo muy certero ante Yoel y también generoso en el esfuerzo buscando constantemente a Benzema y Cristiano. Esta es la actitud y el compromiso que espera todo el mundo de un futbolista que llegó al Bernabéu con vitola de estrella y que aún puede recuperar el camino perdido. Así sí, Gareth. Aunque el de ayer, insisto, no es un partido para sacar grandes conclusiones por las incidencias, este Madrid debe reengancharse al campeonato sí o sí. Ahora, con el mini parón navideño, será momento para reflexionar y afrontar con cierto optimismo un 2016 que seguro que traerá más de una satisfacción a la afición madridista. Pero hay que mejorar más, mucho más...