Mohamed Salah, una amenaza desde el rencor para el Real Madrid

Han pasado cuatro años, pero el recuerdo de Kiev sigue muy fresco en la cabeza de Mohamed Salah. No se le ha olvidado la lesión que le sacó de aquella final de la Liga de Campeones demasiado pronto. Sólo pudo estar media hora sobre el terreno de juego, del que se tuvo que ir con una lesión en el hombro después de una acción con Sergio Ramos. Se fue entre lágrimas, frustrado y con el convencimiento de que el defensa había querido sacarlo del partido de manera intencionada. Por eso el delantero egipcio es una amenaza para el Real Madrid que llega desde el rencor, porque ya ha asegurado en los últimos días que quiere tomarse la revancha de lo que sucedió en esa final que acabó siendo la de la decimotercera Copa de Europa para el Real Madrid. Ha tenido algunos problemas físicos últimamente, pero ya reapareció en los últimos minutos del desenlace de la Premier League, de hecho hizo uno de los goles que dieron esperanza al Liverpool. Ha anotado ocho en esta Liga de Campeones, el mejor anotador de su equipo y el cuarto de toda la competición por detrás de Benzema (15), Lewandowski (13) y Haller (11). Salah disputa una nueva final en una temporada en la que le ha ido genial con su equipo y fatal con la selección egipcia, que perdió en los penaltis la Copa de África y también el billete para el Mundial. En ambos casos, Salah cayó derrotado por la Senegal de Mané, su compañero de delantera en Anfield y que le ha negado el trono en África y el pasaporte a la próxima Copa del Mundo.

En el Liverpool sí son socios y se mantienen en el tridente ofensivo que antes formaban con Firmino y que ahora suelen completar Diogo Jota o Luis Díaz, que apunta a titular en París por su momento de forma y la manera en la que se ha adaptado al grupo de Jürgen Klopp nada más aterrizar en el mercado de invierno.

Salah quiere revancha por lo del 2018, pero Ancelotti ya le ha contestado que si se trata de revancha el Real Madrid también se puede motivar con eso pensando en la final perdida por los blancos en 1981, también ante el Liverpool y en París. Klopp admitió las ganas de su delantero de ajustar cuentas con su rival de hoy y confirmó que les va a poner a sus futbolistas un vídeo de lo que sucedió en aquella final de Kiev.