F. C. Barcelona
El Barça, a ratos; Messi, siempre
El Barcelona marcó un primer gol tan desconcertante como el juego del equipo. Hizo una buena parada Cillessen al lanzamiento de falta de Messi, pero la jugada siguió y el portero salió en falso ante Bartra.
El Barcelona marcó un primer gol tan desconcertante como el juego del equipo. Hizo una buena parada Cillessen al lanzamiento de falta de Messi, pero la jugada siguió y el portero salió en falso ante Bartra, que centró al área para que el propio Messi rematara de cabeza casi de espaldas y mandara el balón manso a la red. Van Rhijn no acertó a despejarlo. Un tanto extraño en un equipo extraño que sigue sin reconocerse, metido en un bache después de la derrota del clásico que le ha hecho entrar en una crisis de identidad después de un comienzo de curso aseado.
Venció y logró la clasificación matemática el conjunto de Luis Enrique, ya se verá si como primero o como segundo de grupo, pero el tiempo de reflexión no ha terminado. No cuaja un partido redondo el Barcelona, fatal al principio y mejorado después. Se ha convertido en un equipo más capacitado para hacer buenas jugadas que para jugar bien al fútbol durante un buen rato. Un equipo que, por momentos, sufre, disperso, blando en las marcas, descolocado cuando pierde la pelota, con mucho espacio entre sus líneas. Porque el Ajax fue valiente y durante muchos minutos, especialmente mediado el primer tiempo, arrinconó a los españoles, incapaces de dar dos pases o de salir con el balón controlado. Presionaban los chicos de Frank de Boer y el Barça no podía ni jugar en largo ni salir en corto. Pasó un rato malísimo, zarandeado, que concluyó con la gran parada de Ter Stegen a tiro de Klaassen. Una buena intervención de un guardameta que también demostró sus buenas maneras con los pies.
Débil en los costados, con dos laterales que sufren en defensa, especialmente Alves, y con poca presencia de los centrocampistas, volvía a depender el Barcelona de la inspiración de sus delanteros, y ahí apareció Messi para adueñarse del partido. Después de una primera parte atolondrado, en la que el Ajax, siempre con buen gusto por el toque, se libraba de la presión azulgrana y lo dividía, mejoró el Barça tras el descanso y se apoderó de la pelota y de la posesión. Fue reconocible por fin, casi siempre jugando en campo contrario, recuperando pronto el cuero y sin conceder atrás, porque utilizó el balón para defenderse. Sólo tuvo un despiste, que acabó con el cabezazo de Milik al palo tras perder la marca Alves.
Por mucho que Neymar esté en plan goleador y que ahora también juegue Suárez, el futuro del Barça sigue estando en la zurda de Messi. El argentino, desde esa posición más atrasada, crea un pase de gol prácticamente cada vez que logra girarse. Participó en la primera mitad de forma discontinua, acorde con lo que hacían sus compañeros, pero de su pies salieron las jugadas más peligrosas y de su cabeza, el 0-1. Fue al volver de los vestuarios cuando se desató. Porque si el conjunto depende de su «10», también el argentino mejora sus prestaciones cuando los demás colaboran. Cuando el Barça fue el Barça, Leo fue más Messi. Con Neymar sin fortuna en el regate y Suárez todavía perdido, el argentino dio un recital. Arrancaba con espacios una y otra vez y al borde del área, o un poco más atrás, siempre buscaba al mejor situado. Se empeñó en que Luis Suárez marcara, le dejó solo con el balón delante del portero, pero el uruguayo tiró al muñeco y maldijo el fallo. Tiene ganas de agradar, pero necesita un gol para perder la ansiedad. Necesita también tiempo porque se ha perdido los dos primeros meses de competición. Y ahora tiene prisa.
Hasta que apareció Pedro no quedó el marcador resuelto. Esta vez el pase de Leo fue al canario, que había sustituido a Neymar. La devolución fue con regla, al centro del área, a centímetros de las botas de los defensas y perfecta para que el «10» llegara lanzándose al suelo. Un gol que terminó con un partido y empezó con otra guerra: la de Messi buscando colocarse como máximo goleador en la historia de la competición. Con 71 goles, ya ha llegado a la altura de Raúl y Cristiano. Le dejó un buen regusto la segunda parte a los azulgrana. El equipo está en construcción y tiene momentos buenos que le cuesta alargar en el tiempo, aunque el rival también juega.
- Ficha técnica:
0 - Ajax: Cillessen; Rhijn, Velmant, Moisander, Boilsen, Klsassen, Serero (Denswil, min.80), Andersen (Riedewal, min.72), El Ghazi, Sigthórsson (Milik, min.62) y Schöne.
2 - Barcelona: Ter Stegen; Alves (Addriano, min.83), Bartra, Mascherano, Jordi Alba, Sergio Busquets, Xavi, Rakitic (Rafinha, min.80), Messi, Luis Suárez y Neymar (Pedro, min.75).
Goles: 0-1: Messi, min.36. 0-2: Messi, min.76.
Árbitro: Pedro Proença (Portugal). Mostró tarjeta amarilla a Mascherano (min.8), El Ghazi (min.9), Moisander (min.40), Jordi Alba (min.41), Alves (min.45) y expulsó a Velmant por doble amonestación (min.34 y 70).
Incidencias: Partido de la cuarta jornada del Grupo F de la Liga de Campeones disputado en el Amsterdam Arena ante unos 48.000 espectadores.