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Loïc Négo, el Laporte de Hungría

Campeón de Europa Sub-19 con la Francia de Griezmann y Lacazette, su carrera tocó fondo y ahora es un héroe en Hungría

Loïc Négo, en un entrenamiento con Hungría.
Loïc Négo, en un entrenamiento con Hungría.LASZLO BALOGHPool via REUTERS

Fue “la estrellita del barrio”, una de las grandes promesas del fútbol francés, vio como su carrera se hundía tanto que todos se olvidaron de su nombre y ahora es un héroe en Hungría, país del que adquirió la nacionalidad en 2019. Loïc Négo está convencido de que todo sucede por algo, porque “nadie puede cambiar el destino”. Y el destino, siempre caprichoso, le ha puesto ante uno de los momentos más especiales de su vida, enfrentarse a su país de nacimiento en la Eurocopa.

“Este partido será especial para mí. Ni siquiera tengo palabras para describir lo que siento. Pienso en mi familia y en mis amigos, que se emocionarán al verme con una camiseta distinta a la de Francia. Si puedo marcar, lo haré. Pero no busco venganza”, declaró Négo a la revista Onze.

Négo es un producto del fútbol callejero y no tardó en destacar en Garges, ciudad cercana a París. En el equipo de su barrio era quien metía los goles. Y en el barrio, quien marcaba los goles era el rey. “Se podría decir que era la estrellita del barrio”, reconoce el futbolista, que siendo un niño se marchó al Nantes, club con una de las mejores canteras de Francia.

“Soy un jugador versátil, he jugado de lateral, de extremo, de centrocampista ofensivo. Se lo debo todo al Nantes”, asegura. Internacional sub-15, perdió la final de la Eurocopa sub-17 contra una España en la que estaban Thiago Alcántara y Sergio Canales y se resarció en categoría sub-19 al vencer a España en la final de 2010. Allí coincidió con Antoine Griezmann, Alexandre Lacazette, Francis Coquelin o Cedric Bakambu.

Un cambio en la dirección deportiva del Nantes provocó su salida del club cuando tenía todo acordado para renovar y ya se había hecho un hueco en la plantilla profesional. La frustración de no haber podido jugar con el Nantes en Ligue1 lo acompaña desde entonces. Su siguiente destino fue la Roma. “Allí aprendí sobre disciplina y profesionalidad”, recuerda Négo, quien no jugó con el primer equipo, pero que siempre podrá contar una anécdota con Totti. La estrella italiana le vio un día triste, le preguntó qué le pasaba y Négo respondió que había rayado el Mercedes que tenía. Totti le pidió las llaves y le devolvió el coche días después reparado. “Volví al vestuario y Totti estaba sentado mirando su teléfono. Le levanté la cabeza y le di un beso en la frente. Todos se rieron, fue un momento memorable”, recuerda.

El Standard de Lieja, donde tuvo como compañero a Michy Batshuayi, y el Charlton, de la Championship inglesa, fueron sus siguientes destinos. Apenas jugó y después de una cesión al Ujpest húngaro, Négo se vio en agosto de 2015 sin equipo y sin ofertas. Le llegó una de Hungría y si quería continuar ganándose la vida como futbolista tenía que aceptarla. Lo hizo y su carrera despegó. Firmó por el Videoton, hoy llamado MOL Fehervar, y solo se llevó una maleta. “Pensé que lo dejaría todo a los seis meses”, pero esos seis meses se han convertido en seis años.

Fue campeón de Liga, elegido mejor jugador del campeonato jugando como lateral derecho, le invitaron a nacionalizarse y aceptó. “Me siento húngaro en mi trabajo, en lo que hago, me he impregnado del estilo de vida. Me siento querido, todos luchamos por la victoria de nuestro equipo. Lo más importante es ponerse la camiseta”, asegura Négo, convertido en un héroe por su decisivo gol contra Islandia en la final del playoff de clasificación para la Eurocopa. El portero Peter Gulacsi dijo que es el gol más importante en la historia de Hungría. “Después de mi gol, besé la camiseta húngara para mostrar mi respeto por el país”, recuerda.